El litoral vilagarciano está blasonado por verdaderas joyas arquitectónicas, desde Carril hasta Vilaxoán, que en algún momento deben ser puestas en valor, pues ha sido siempre el principal capital que dejó la burguesía de los siglos XIX y XX. El Ayuntamiento asume que debe actuar de inmediato y por ello estudia la posibilidad de expropiar aquellos inmuebles cuyos propietarios no remedien su situación de abandono, incluso de ruina. Se trata de una intención compleja, pues actuar sobre este patrimonio no sólo es muy costoso sino que además se trata de propiedades muy divididas por herencias, en algunos casos de personas desvinculadas de Vilagarcía.

Pero ello no es óbice para que la Administración local tenga entre sus objetivos la recuperación y de ahí que se haya tomado especial interés en los planes de recuperación de los cascos históricos de Carril, Vilaxoán y el centro histórico, donde se encuentran los ejemplos de la arquitectura más singular de aquellos tiempos.

Realzar todo este patrimonio va a implicar un elevado coste por lo que se trata de una actuación que se debe abordar en fases, bien con fondos públicos o privados, aunque no se descarte tampoco la intervención de algún mecenas o empresas que quieran recuperar la historia más significativa de la grandeza de Vilagarcía, surgida a la par que el ferrocarril, allá por el año 1872.

Sin embargo ya había signos de opulencia mucho antes. Baste recordar que con el surgimiento del siglo XIX ya se encontraba en Vilagarcía la Real Fábrica de Curtidos, ubicada en los jardines de Artímez, cuya extensión abarcaba casi todo el lugar, desde la misma playa de A Compostela, parte de cuyos jardines fueron cedidos por la familia propietaria en los años 20.

Pero para seguir una línea ordenada, cabe señalar que la primera construcción de interés que se encuentra en el casco urbano vilagarciano es la fábrica de fundición de Alemparte, lo que fue el germen de la actual cerámica de Sargadelos "un edificio recuperable, aunque en estos momentos sólo quedan en pie las paredes", explica el edil de Ordenación del Territorio, Marcelino Abuín.

El gobierno local puso especial interés en la conocida como Manzana de la Marina y en especial la Casa del Gran Sol, cuya recuperación sería clave para la imagen de esta espectacular parroquia que progresó al albur económico de los principales consignatarios gallegos, casos de los García Señoráns o los García Abalo.

En esta misma zona se encuentra el edificio de A Esmorga, una preciosa casa rehabilitada y que en su día fue utilizada para los largos veranos de la familia próxima a Montero Ríos.

Interesante es también la conocida como Casa de Pou, ejemplo de la arquitectura industrial y que se conserva en perfecto estado. De hecho está habitada por al menos cuatro familias que se internan en el edificio por un amplio vestíbulo y jardines o terrazas conjuntos.

Siguiendo la ruta, destaca como construcción civil, la Estación del Tren de Ferrocarril, inaugurada en 1872, según reza la placa.

En este mismo margen aparecen los Jardines de Artímez, una impresionante manzana en la que en su día se instaló la Real Fábrica de Curtidos de Galicia. En sus jardines se encuentran árboles centenarios catalogados, algunos como una secuoya, procedente de la floreciente etapa indiana. Se trata de un jardín botánico de especial interés, muchos de cuyos ejemplares figuran en la lista de "árboles senlleiros de Galicia" y es, por tanto, una zona protegida.

El Ayuntamiento está interesado en este jardín por lo que pronto podría haber una negociación con sus propietarios para ofrecerles algo que tenga un valor similar. De hecho en los años veinte cedieron parte de los jardines actuales situados a la vera de la playa de A Compostela. También destaca el conocido como Barrio de la Arena donde se encuentran viviendas de algunos consignatarios como los Buhigas. La mayor parte son edificios protegidos, de finales del siglo XIX, también rehabilitados por familias como García de la Riva o el cónsul inglés Cameron Walker.

No se puede dejar de lado, el edificio del Balneario, de los años 50, dibujado por el arquitecto José Caridad Pita, ejemplo de la arquitectura moderna.

Casi en O Ramal se distingue el edificio de la vieja Aduana que ha sido rehabilitado para destinarlo a centro sociocultural. Es de los siglos XIX-XX.

Enfrente se encuentra la sede de la Junta del Puerto de Vilagarcía, de escaso interés arquitectónico, según los expertos.

Ya en el centro urbano, se encuentran inmuebles singulares como el que aloja el Club de Regatas y que quizás sea uno de los más antiguos de Vilagarcía, muy vinculado a la monarquía de la época como revela el hecho de que todavía exista el trofeo Alfonso XIII de regatas.

En este entorno también son muy interesantes las casas de Villar Granjel, rehabilitada y de los años veinte: la casa que acoge el Banco de Santander de la familia Guillán o las que aparecen en la zona del Castro.

Especialmente llamativas son las construcciones que aparecen al otro lado del río de O Con, y en especial el pazo de Vista Alegre, todavía habitado por sus propietarios en verano.

Luego las quintas o mansiones que aparecen en Comboa, como la del duque de Terranova que todavía cuenta con guarda y vigilante pero que precisa ser rehabilitada. Pertenece a los herederos de Wenceslao González Garra, diputado en año 1922, que también fue consignatario y dueño del Salto Eléctrico del Tambre y germen de la actual Fenosa.

Gracias a él, existe un proyecto de Ensanche de Vilagarcía, que se debe a su amigo, el prestigioso Antonio Palacios y cuyos planos se exhiben en la Casa Consistorial de Ravella.

En definitiva, un gran patrimonio que ha sido descuidado pero que ocupa la práctica totalidad de la fachada marítima vilagarciana, cuya recuperación convertiría a la ciudad en una de las más bellas de la costa arousana.

Pero el Ayuntamiento deberá preocuparse también de exigir la recuperación de otras zonas como O Castro, donde más de una quincena de edificios se encuentran en situación de abandono, con advertencias de conservación e incluso amenaza de sanción por parte de la autoridad municipal.

El Ayuntamiento, por su parte, está poniendo todo de su parte para mejorar todo el entorno de O Con y el centro de la ciudad.

Las mansiones en la franja de Carril a Vilaxoán son una constante, pero sufren un tremendo abandono.

1 ??Casa de Pou, ejemplo de la arquitectura industrial que floreció en Vilagarcía el pasado siglo

2?? Pazo de Vista Alegre, el edificio más emblemático de la capital arousana, a orillas del río de O Con.

3 ??Fábrica de fundición de Alemparte, del que sólo quedan las paredes exteriores y que fue el germen de la cerámica de Sargadelos.

4 ??Manzana del Gran Sol, en Carril, que perteneció a adinerados consignatarios como los García Señoráns o García Abalo.

5?? Villa Güimil es el ejemplo de las importantes mansiones que han sufrido la lacra del abandono.

6?? Balneario A Compostela, de los años 50 del pasado siglo, del arquitecto José Caridad. Va a ser reconstruido como escuela de hostelería.

7?? Aduana, edificio que fue rehabilitado y es centro sociocultural.

8?? Una de las casas indianas del barrio de La Prosperidad.

9 ??Otro ejemplo de la floreciente burguesía vilagarciana en el bario de La Prosperidad.