La dimensión del macronudo de Curro se ha hecho patente con las impresionantes máquinas que en estos días han estacionado a orillas mismo de la C-531, en plena carretera Vilagarcía a Pontevedra.

Apisonadoras, retroexcavadoras, palas gigantescas y grúas se muestran alineadas, expectantes y listas para funcionar en cualquier momento y según el guión prefijado por la empresa.

El alarde de medios de que dispone la constructora hace prever que pronto la imagen de esta zona cambiará a velocidad de vértigo.

De momento comenzó el desmontaje de la gran mueblería que había en la zona próxima al desvío de Ribadumia y Cambados, casi concluido.

También se explanó la finca de enfrente, donde se encuentran estacionadas de noche las inmensas máquinas de obra que ya han dado comienzo a los trabajos de más envergadura.

Hace apenas veinte días se igualó el terreno con rellenos de gran número de camiones de tierra, con el fin de encontrar el lugar adecuado para estacionar la pesada maquinaria de obra. Ahora empieza a vislumbrarse el tamaño de la obra.

Así, ya puede verse lo que será el entronque de las principales comunicaciones futuras de la comarca de O Salnés, no en vano este escalextrix forma la confluencia de la nueva autovía de Vilagarcía a Pontevedra y su unión con la autovía do Salnés y la Autopista del Atlántico, además de con todas las carreteras subsistentes, entre ella la que enlaza Curro con Pontevedra.Está en los planes también que desde este punto se pueda enlazar con la futura A-57, lo que supondría que la comarca va a quedar finalmente unida a la Meseta por autovía.

De ahí que las obras que se van a ejecutar en este año para el desarrollo de la autovía de Vilagarcía a Pontevedra sea esperada como agua de mayo, pues vertebrará una comarca que ha quedado aislada de todos los mapas modernos de carreteras.

El nudo que ya fue presentado por el conselleiro de Medio Ambiente e Infraestructuras, Agustín Hernández, se va a convertir por ello en la estampa visible de un proyecto que en principio sólo va a abrir una autovía de escasos dos kilómetros.

De todos modos se trata de una obra de ingeniería de grandes dimensiones, que requiere de otras glorietas en las inmediaciones, no en vano, ha de contarse con el desarrollo del parque empresarial de Barro-Meis, ubicado en las inmediaciones de esta infraestructura.

Es de recordar que la ejecución de la obra ha requerido el respaldo de los principales colectivos vecinales de la zona que presentaron alegaciones con el fin de que el macronudo les afecte en la menor medida posible. De todos modos existen perjudicados, como la mueblería D´Oscar que ya está a punto de acabar bajo la piqueta, pese a las recientes reformas que se llevaron a cabo en este edificio.

También se encuentra en peligro una cantera en la que trabajan cuarenta personas y que todavía debe tomar una decisión acerca de si continúa o no con la actividad.

Aún así, el comienzo definitivo de la construcción se ve con muy buenos ojos, ya que es el primer paso importante para el enlace directo de la capital arousana con la provincial y, desde ahí, con el resto del territorio peninsular.

Pero para que la obra sea realidad tendrán que pasar al menos dos años pues todavía queda la licitación de la segunda y posteriores fases de una obra que supone la construcción de cuatro carriles desde Curro hasta Baión, en una distancia de alrededor de quince kilómetros.

Una vez en Baión, la conexión con Vilagarcía centro ya queda resuelta con el denominado Acceso Sur, que conduce desde esta parroquia vilanovesa hasta el puerto. También existe un acceso moderno desde este punto con O Pousadoiro y Carril, por lo que se agilizaría el tráfico de forma considerable en todo el territorio.

La apertura de esta circunvalación está prevista para el mes de abril y supondrá ya una conexión directa de Vilagarcía con la Autopista del Atlántico, entre A Coruña y Vigo.