La típica normalidad de una tarde de viernes en el puerto de Tragove se hizo añicos ayer a las cinco. A esa hora, el guardamuelles se acercó a la nave de rederas, y explicó a las mujeres que estaban cosiendo y a la tripulación de un barco del cerco que había llevado a arreglar sus redes que debían apartar los aparejos ya que en pocos minutos iba a atracar en la zona un atunero de grandes dimensiones.

Ese fue el inicio de una tarde convulsa en la que se vivieron momentos de enorme tensión, por lo que la Guardia Civil tuvo que movilizar varias patrullas. Poco después de las 17 horas atracaba junto a la nave de rederas, a un costado del dique de abrigo hundido, el "Alvor", un impresionante atunero con bandera portuguesa de 46 metros de eslora y siete de manga.

Uno de los responsables del barco es un conocido armador de Cambados, que tiene permiso de Portos de Galicia para atracar en ese punto durante tres meses. Si bien el empresario no quiso realizar declaraciones, parece ser que su intención es acometer algunas reparaciones y mejoras en el buque.

Mientras tanto, medio centenar de personas observaban las maniobras del "Alvor" llenos de rabia. Los patrones y tripulantes del cerco se quejan de que la presencia del atunero en ese punto –entre la fábrica de hielo de Tragove y la nave de rederas– les impedirá acudir con sus redes y aparejos rotos a reparar. También las encargadas de coser los instrumentos de pesca rotos están indignadas.

"Esto es un abuso de poder. Están jugando con el pan de siete mujeres. Tenemos un montón de redes ahí, pendientes de arreglar, y ahora los barcos no las van a poder retirar", afirmaba ayer una de ellas.

El "Alvor" está atracado en un lugar donde está está expresamente prohibido hacerlo –salvo para tareas de descarga–, como indican un cartel colgado de la nave de rederas y la señalización horizontal de líneas amarillas. Además, se ha puesto al costado del famoso dique de abrigo que lleva cinco años hundido, y que Portos de Galicia se comprometió a reconstruir.

De hecho, ya sacó a licitación la obra, pero si el "Alvor" se queda los tres meses que figuran en su permiso es probable que la obra se retrase.