La carretera PO-531 a su paso por Rubiáns cuenta, desde ayer, con tres nuevos pasos regulados por semáforos. La medida gestionada desde el gobierno municipal responde así a una demanda histórica de los vecinos de la peligrosa recta con la que se pretende mejorar la seguridad tanto de los peatones como de los propios conductores.

Al igual que sucede en las señales luminosas de Juan Carlos I, los nuevos semáforos llevarán incorporada una cámara que hará una foto si alguno de los conductores se salta el rojo. En principio, la colocación de los semáforos se ejecuta en el cruce del cementerio, así como en el tramo de la recta que está justo delante de una conocida churrasquería. El tercer punto es entre los dos anteriores.

La recta de Rubiáns es uno de los puntos negros del municipio vilagarciano en cuanto a accidentes de tráfico se refiere. La gran cantidad de empresas afincadas en el entorno provoca un fluido tráfico de vehículos durante el día.

De todos modos, y pendiente de un permiso del Ministerio de Fomento, quedan por ejecutar los pasos de peatones previstos por el Concello para garantizar la seguridad de los peatones, sobre todo en los accesos al cementerio y al tanatorio.

Junta local

La seguridad en el municipio es tratada hoy por políticos y fuerzas del orden en la junta local presidida por el subdelegado del gobierno en Pontevedra, Delfín Fernández, y por la alcaldesa Dolores García.

La reunión es a las doce del mediodía y en ella se hará un balance de los casos de violencia doméstica, accidentes y otro tipo de sucesos registrados en la localidad arousana a lo largo de los últimos meses con la finalidad de buscar medidas para combatirlos.