El Bloque Nacionalista Galego ha presentado en el Parlamento una iniciativa reclamando medidas urgentes para acabar con los constantes episodios de contaminación que sufre el río Pequeno a su paso por la parroquia cambadesa de Oubiña. Además, también quiere saber si la Xunta ha comenzado una investigación para esclarecer las causas de los vertidos y si se va a incoar algún expediente sancionador para depurar responsabilidades.

La iniciativa se ha presentado haciéndose eco los nacionalistas de las denuncias de la asociación de vecinos de San Vicente de Oubiña ante los constantes vertidos industriales que sufre el río a su paso por la zona y que, todo apunta a ello, pueden proceder de alguna de las fábricas instaladas en el parque empresarial de Sete Pías.

Los nacionalistas recuerdan en su iniciativa que se han llegado a contabilizar hasta más de un vertido a la semana, siendo denunciados todos ellos ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y el Concello sin que se haya puesto remedio hasta el momento.

Insisten desde las filas del BNG que "los vertidos en los ríos constituyen un grave problema medioambiental que debe ser investigado rápidamente y de forma rigurosa, para poder adoptar cuanto antes medidas destinadas a subsanar en lo posible, los daños producidos, así como las medidas correctoras destinadas a evitar nuevos episodios de contaminación". En este sentido, en las preguntas que acompañan a la iniciativa, los diputados del BNG quieren saber cuáles son las iniciativas emprendidas por la Xunta en este sentido, tanto para esclarecer las causas como para evitar que se reproduzcan los hechos, y cuales han sido los resultados.

El río Pequeno lleva años siendo objeto de constantes vertidos, la mayoría de ellos de carácter industrial y que acaban cubriendo la superficie del agua de un líquido lechoso. Casi todos ellos provienen, sospechan los vecinos, de las industrias instaladas en el polígono de Sete Pías.

No es el único río de la comarca de O Salnés que sufre constantes episodios contaminantes. Otro ejemplo de la escasa concienciación o del mal funcionamiento del alcantarillado se encuentra en el vecino municipio de Vilanova de Arousa. Se trata del río Currás, un cauce fluvial que sufre de manera constante la contaminación de sus aguas debido a las numerosas cañerías que desembocan en él y a la situación de abandono de un pozo de bombeo del alcantarillado mancomunado.

Pese a que los vecinos lo han denunciado de forma constante y a que el río desemboca en uno de los bancos marisqueros más importantes de Vilanova poco se ha hecho por solucionar una situación que comienza a ser demasiado repetitiva.