La carretera Meaño-Dena, cuyas obras de ampliación y de mejora se han eternizado durante los últimos años, concluyen a finales del mes de mayo. De hecho, según reconoció el alcalde Jorge Domínguez, la empresa COVSA adjudicataria de las mismas, tiene adquirido un compromiso con el Ayuntamiento para finalizarlas en el plazo de treinta días.

El grueso de las mismas ya está hecho hace tiempo, pero quedan tramos pendientes en Morouzos y Pereiras que llevaban más de un año parados.

En Morouzos había problemas para el derribo de una pequeña construcción y el retranqueo de un muro que al final pudo acometerse y en Pereiras falta completar el cruce con un vial que baja de Penaguda paralelo a la autovía, cruce éste que carece de señalización e iluminación y donde ya se han producido varios accidentes de circulación, y cuya situación era denunciada por la edil socialista Maribel Trelles en el último pleno.

Es por ello que existen en esas dos zonas en cuestión dos tramos de la calzada con un escalón en la calzada debido a las diferentes capas de aglomerado que exasperan a los usuarios que los sufren desde hace más de un año, dado que los obligan casi a detener sus vehículos para evitar que estos sufran daños en la suspensión. Además el ruido que ello ocasiona molesta a los vecinos de las casas cercanas a la carretera sobre todo en las horas nocturnas.

Queda también pendiente una tercera actuación que es la reconstrucción del pozo de riego de A Canle en Meaño, cuya superficie se redujo para ampliar el vial.

Cierto que el pozo ha sido también objeto de controversias por cuanto algunos vecinos se mostraban -y todavía lo hacen- contrarios a ese achique. Las obras del pozo también deberían concluirse antes de finalizar el mes de mayo.

De hecho, la empresa COVSA ha retomado estos días por fin sus trabajos en el tramo que baja desde el puente de Pereiras hacia Dena. Se da la circunstancia de que esta empresa se ha hecho también con la subcontrata para actuar en el puente de Pereiras, que discurre sobre la vía rápida -puente cuya obra compete a UTE Salnés- y donde urge, entre otras actuaciones, comunicar los extremos de las aceras habilitadas sobre el puente con las aceras que se construyan en el exterior, por cuanto ahora existe un desnivel de medio metro que dificulta en grado extremo la posibilidad de acceder directamente a las aceras del puente, acceso que es literalmente imposible a los discapacitados que se ven obligados a circular en el puente por la propia calzada (una valla metálica de protección separa calzada y aceras en el puente).