La arena necesaria para recuperar la playa de A Concha-Compostela de Vilagarcía va a tardar en llegar más de lo previsto. Los plazos iniciales hablaban de que, a estas alturas del año, ya estaría en marcha la restauración del arenal, o al menos el material se encontraría ya en Vilagarcía, pero la realidad es bastante distinta. Todo sigue pendiente del mismo permiso de Costas del Estado del que se habló hace 2 meses, cuando el Concello presentó su plan de recuperación de esta playa urbana.

Desde la concejalía encargada de la gestión de estos trabajos, el edil Marcelino Abuín se muestra confiado en que Costas dé el visto bueno a la extracción de arena del cauce del río Miño lo antes posible, para que las labores de puesta a punto de A Compostela estén concluidas antes de que empiece la temporada de verano. Pero todo parece indicar, al igual que sucedió en las últimas ocasiones, que la llegada de la arena se retrasará algo más de lo previsto.

Estas trabas administrativas chocan de frente con los planes que tenía el gobierno local para el céntrico arenal de Vilagarcía con la intención de recuperar la bandera azul el próximo año. Hace dos meses, tres concejalías -Medio Ambiente, Turismo y Limpeza- presentaron un proyecto coordinado para trabajar de forma conjunta por la puesta en valor de la playa de A Concha. Desde la concejalía de Limpeza se empezó a trabajar el mismo día de la presentación y se comprometieron campañas de sensibilización y un incremento de papeleras y contenedores de reciclaje. Turismo aseguró que trabajaba en la creación de una marca de calidad, además de tratar el tema del transporte, centrado sobre todo en la aprobación del plan de movilidad en bicicleta.

Medio Ambiente, por su parte, centraba su actuación mayoritaria en la llegada de la arena para recuperar la playa, aunque también se destacó que se iba a aumentar la zona arbolada y a zonificar el arenal en tres partes -pinar, juegos y baño-. Desde el departamento que dirige Marcelino Abuín se afirmó que se mejoraría el acceso a la playa mediante la ampliación de las pasarelas y se tapió el Balneario para zanjar los problemas de seguridad para los viandantes.