Los trabajadores de Cedonosa, la empresa de Catoira formalmente desaparecida hace meses, pasaron varias semanas montando guardia a las puertas de la factoría para evitar la salida de mercancía, como medida de presión con la que intentar conseguir que se les pague la cantidad adeudada, pactada con motivo de la liquidación.

En Semana Santa levantaron el “campamento”, como gesto de buena voluntad y a la espera de reconducir la situación con las reuniones mantenidas en los últimos días.

Pero no fue posible, en la empresa insisten en que no hay dinero y la plantilla, reunida ayer en asamblea, acordó volver a los piquetes, es decir, impedirá de nuevo la venta del material acumulado en stock.

Están enfadados, se sienten ninguneados y quieren cobrar. Incluso aceptan que se les fraccione el pago, y se les entregue una parte ahora y la otra antes de junio.

De una forma u otra lo que quieren es su dinero, y “diga lo que diga la ley, lo que está sucediendo es una injusticia”, ya que entienden que después de las ventas de material realizadas, y antes de pagar a otros acreedores, Cedonosa debería tener dinero suficiente en caja para saldar los finiquitos de los trabajadores.

“Pero lo que no se logra por las buenas hay que intentar conseguirlo por las malas”, advierten los trabajadores en el momento de anunciar que retoman los piquetes.

“Que la empresa haga lo que sea y busque el dinero donde le dé la gana, pero que nos pague lo nuestro”, insistían una y otra vez los ex empleados de la cerámica en el transcurso de la asamblea mantenida ayer.

Fernando Ramos, que en representación de Comisiones Obreras es uno de los sindicalistas más implicados desde el primer momento en defensa de esta plantilla, comprende la preocupación de los trabajadores.

“El lunes pediremos una nueva reunión con los administradores concursales para informarles de esta nueva situación, es decir, para comunicarles que la plantilla está dispuesta a impedir de nuevo las ventas porque quiere cobrar”, indica.

El propio Fernando Ramos explica que van a exigir a la empresa que les haga entrega del informe económico sobre la situación real de la factoría, pues con ese documento “se demostrará que entre lo que tienen en caja y lo obtenido con la venta de stock tiene que haber fondos suficientes para saldar el 100% de la deuda contraída”.