Los organizadores de la Festa da Lamprea de Pontecesures notaron este año que la gente gasta menos. Y es que si bien en ediciones anteriores a primera hora de la tarde ya se habían consumido prácticamente todas las raciones, sobre las 17 horas de ayer todavía había bastantes existencias. En cambio, tuvieron mucha salida los pinchos, que se despachaban al precio de 2,5 euros, frente a los 12 que costaba la ración.

Pontecesures celebró ayer la decimocuarta edición de esta fiesta, que con los años se ha convertido en una de las principales citas gastronómicas de la primavera de todo el norte de la provincia de Pontevedra. Además, este año se introdujeron diversas novedades, como el concurso de empanadas de lamprea del sábado o que también se pudiese degustar la lamprea durante la tarde del domingo.

Cientos de personas acudieron ayer Pontecesures, y la coincidencia con el ya habitualmente atestado mercado de los domingos de Padrón motivó que el tráfico transcurriese con gran lentitud por el centro de la villa, sobre todo durante las horas centrales de la jornada.

Además, la villa de la desembocadura del Ulla ofrecía a vecinos y visitantes la posibilidad de disfrutar de la feria de coches antiguos, organizada por la asociación “Mirándolle os Dentes”, y en la que había modelos de marcas míticas como Porsche, Cadillac o Mustang.

Finalmente, se cocinaron unas 330 lampreas, pescadas durante los últimos días por los “valeiros” en aguas del Ulla, y se sirvieron cerca de 900 raciones de lamprea preparada a la bordelesa, es decir, cocida en su propia sangre y servida con arroz y picatostes. Una cifra sensiblemente inferior a la de 2008, cuando se había servido más de un millar. En los 12 euros que costaba cada una de las raciones iban incluidos el plato de barro conmemorativo, el pan y el vino.

La fiesta contó con la presencia de los alcaldes de Valga, Portas, Rois, Padrón, Dodro y Moraña, del vicepresidente de la Diputación, José Juan Durán, y del director de la Estación Hidrobiológica Encoro do Con, Fernando Cobo, que se encargó de la lectura del pregón.

El ayuntamiento se mostró satisfecho con la jornada, pues a convertido a Pontecesures en uno de los epicentros festivos del Ullán por segundo fin de semana consecutivo, pues el anterior se había celebrado la populosa romería de San Lázaro.