El incendio registrado el día 19 de marzo en el interior de un edificio situado en pleno centro urbano de O Grove ha hecho saltar todas las alarmas. No es la primera vez que se plantea, pero ahora con más fuerza que nunca, tanto vecinos mecos como empresarios y políticos locales reclaman para la villa una subsede del parque de bomberos asentado en Ribadumia.

Explican que depender de esas instalaciones supone sufrir un tiempo de reacción mínimo “de unos 20 minutos, y no nos podemos permitir el lujo de esperar tanto en caso de una emergencia”, indican.

Por eso creen preciso que el Concello, la Xunta y la Diputación de Pontevedra encuentren el modo de habilitar en O Grove, o lo más cerca posible, una subsede de bomberos, semejante a la existente en Vilagarcía.

La otra opción, la de crear un grupo municipal específico de emergencias, es descartada por muchos “porque supondría un desembolso anual de al menos 100.000 euros, pues hay que pagar a gente profesional, ya que no sirve con los voluntarios de Protección Civil, hay que tener una buena sede y disponer de los mejores medios materiales, por lo que puede ser un gasto inalcanzable para nuestro Concello”.

Por eso defienden una base propia que incluso podría ubicarse en las inmediaciones de A Lanzada, “para así dar servicio rápido y eficaz también a Noalla (Sanxenxo) y Dena (Meaño), acortando los tiempos de respuesta ante incendios urbanos que pueden ser más graves que el vivido hace dos semanas”.

Mientras algún grupo político prepara iniciativas plenarias en este sentido y los empresarios inciden en que “O Grove está desprotegido ante una tragedia”, la sociedad muestra su preocupación por la supuesta desprotección actual e incluso hay quien llega a decir que “si un día se registra un incendio de extrema gravedad en el centro urbano puede que los bomberos no lleguen a tiempo desde Ribadumia, sobre todo si es en verano, están en otro suceso y hay atasco en O Bao”.