El incendio registrado en la tarde del martes, que como se informó ayer hizo precisa la intervención de un helicóptero para intentar controlar las llamas, encierra una situación que preocupa, y mucho, en O Grove. Y es que el lugar en el que se produjo ese fuego carece de accesos o zonas de maniobra para los vehículos de lucha contra el fuego, y eso a pesar de encontrarse en lo que muchos consideran el corazón forestal de la península meca.

La carencia de accesos adecuados a esa zona de monte, que según los comuneros puede rondar las 400 hectáreas de superficie, “constituye un riesgo muy alto, pues en caso de producirse un incendio realmente grave no habrá posibilidad de hacerle frente, ya que el acceso a pie es muy complicado y sólo cabría recurrir a los medios aéreos, si es que pueden volar en ese momento”.

A Abelenda y A Granxa

Situado entre el cuartel de la Guardia Civil y los lugares de Paredes y Campos, en zonas como A Abelenda y A Granxa, este gran y denso espacio verde -es una de las laderas de Siradella- constituye “un auténtico polvorín, ya que la maleza no sólo invade los caminos, impidiendo el acceso de vehículos, sino que cubre grandes extensiones propiciando el avance de las llamas en caso de fuego”.

Los comuneros consultados, tanto en San Martiño como en San Vicente, coinciden al señalar la peligrosidad de esta situación, pero a pesar de ello llegan a decir que tiene fácil solución. Y es que hay un camino considerado clave para acceder a ese corazón forestal que está impracticable, pero que puede ser mejorado sin dificultad.

Ese vial arranca en las inmediaciones del cuartel, y actualmente resulta imposible de recorrer para los camiones de bomberos, tal y como pudo comprobarse durante el incendio del martes.

Sin embargo, al igual que se planteó durante el anterior mandato, los comuneros dicen que “meter una pala excavadora y preparar el terreno para dejarlo transitable para los camiones y vehículos de emergencia puede costar apenas 1.500 euros, lo que significa que con casi un nulo esfuerzo inversor, y en apenas dos jornadas de trabajo, puede prepararse el eje principal del camino, en un tramo de unos 800 metros”.

De este modo “se daría acceso a un punto estratégico que permite controlar mucho mejor todo este espacio de monte de entre 300 y 400 hectáreas que en su situación actual está desprotegido”, esgrimen los propios comuneros.

Refrescan la zona y comprueban las dificultades del terreno

Efectivos de Protección Civil de O Grove, y de forma mucho más ambiciosa y durante más tiempo también un nutrido número de efectivos de Medio Rural, acudieron ayer al entorno de A Abelenda y A Granxa para proceder a refrescar la zona en la que se había producido el incendio el martes por la tarde y tratar de controlar los últimos rescoldos, para evitar que se reproduzcan las llamas.

Estas operaciones fueron muy complicadas, pues los efectivos citados pudieron comprobar personalmente las dificultades de acceso y movimiento que presenta este monte, llegando a estirar las mangueras durante varios cientos de metros para poder llevar el agua, ante la imposibilidad de avanzar con los camiones.

Los trabajos de enfriamiento de la zona se prolongaron durante prácticamente toda la mañana, utilizándose para ello diversos caminos, casi todos ellos cubiertos de maleza, existentes en el interior de esa espesa masa arbórea situada entre Borreiros, Campos y Paredes.

Ese “corazón verde de O Grove” tiene una gran belleza natural, pero también encierra un evidente riesgo de incendios, tal y como pudo comprobarse en esta ocasión, cuando salta a relucir la necesidad de abrir pistas interiores transitables.