Un paso de peatones autónomo, que aprovecha la luz solar y dispone de unos sensores que detectan la presencia de vehículos y peatones, activándose en caso de peligro y reducida visibilidad una señal luminosa capaz de llamar la atención tanto del viandante como del conductor.

Ese es el sistema experimental puesto en marcha por la Diputación de Pontevedra para señalar los pasos de peatones y tratar de poner freno a la escalada de atropellos, registrados de manera especialmente intensa en la provincia pero de forma muy particular en el Concello de Vilagarcía, donde el año pasado se contabilizaron 39 atropellos, con resultado de 5 personas muertas.

Aunque esta especie de paso de peatones inteligente se instalará en otros cinco puntos conflictivos de la provincia, el plan piloto presentado por el ente provincial empieza a aplicarse en la villa de Cambados.

Fue allí donde, anoche, el presidente Rafael Louzán, acompañado del vicepresidente, José Juan Durán, y el alcalde, José Manuel Cores Tourís, activaron simbólicamente este primer dispositivo experimental de señalización luminosa de pasos de peatones, inaugurando así una campaña de seguridad vial en la que parece haber puestas muchas esperanzas.

La señalización horizontal luminosa que se activa en el paso de peatones gracias a los sensores citados provoca, según explica el propio Rafael Louzán, “una señal estroboscópica”, es decir, que permite ver casi inmóviles objetos que se mueven de forma rápida.

Esa señal permite que los conductores, “aún en condiciones de visibilidad reducida, sean conscientes de la existencia de peatones cruzando por el paso de cebra, lo cual permitirá adecuar la velocidad al volante, anticipar cualquier movimiento de frenada y, en la medida de lo posible, permitirá evitar accidentes”.

Y es que, como lamentó el presidente provincial, “son demasiados los accidentes que se están produciendo y todos tenemos que poner de nuestra parte para tratar de evitarlos”.

En este caso el primer objetivo es “poner freno a los atropellos, pues los pasos de peatones sin semáforos son auténticos puntos negros en cuanto a seguridad vial”, reconoce Louzán.

El 42% de los 164 accidentes de tráfico registrados el año pasado en la provincia tuvieron lugar en pasos de peatones. Se contabilizaron 33 muertes, de las cuales 12 tuvieron lugar en accidentes con peatones, recordaron ayer en el ente provincial.