El último accidente de tráfico ocurrido en Vilaxoán con dos personas fallecidas evidenció las carencias del Servicio Municipal de Emergencias, activado por el 112 ya que el "grumir" que actuó carecía de los más elementales medios de atención en un caso de esta naturaleza e iba vestido, además, con un mono del servicio de jardinería. La situación provocó la indignación de todos los que presenciaron la intervención de auxilio.

Protección Civil considera que este hecho reciente debería poner en sobreaviso a la alcadesa, Dolores García Giménez, a quien responsabilizan de la quiebra de este básico servicio municipal que funcionó durante 16 años.

Fue el 112, el que activó la alarma del Servicio de Emergencias que hace 10 días envió al lugar del accidente a dos agentes de la Policía Municipal y un voluntario de Protección Civil.

Éste fue quien trató de socorrer al motorista accidentado "pero no llevaba ni guantes de látex, ni un simple collarín para inmovilizar al herido, ni una cánula para tratar de evitar su ahogamiento".

Por ello, el voluntario del Servicio de Emergencias se vio en la necesidad de "introducir su mano en la boca del herido, porque se estaba ahogando con la sangre que vomitaba, momento en el que recibió un mordisco impulsivo".

"Cholo" Dorgambide, responsable de Protección Civil, considera que se le está pidiendo "más de la cuenta" a los voluntarios que todavía colaboran ya que este tipo de situaciones "ponen en riesgo su integridad física". "No sabemos si el paciente sufre una enfermedad infecciosa y puede contagiarnos algo incurable", sentencia el portavoz de esta agrupación vilagarciana.

Los miembros del Servicio de Emergencias consideran que su actividad no puede estar dirigida por el jefe del Servicio de Jardines "pues desconoce nuestras funciones, que hemos desempeñado durante 16 años".

El responsable de este servicio no puede ocultar su indignación puesto que todo el trabajo que se ha desarrollado en los últimos tres lustros está condenado a la desaparición, si no se remedia antes.

El Servicio de Emergencias estaba integrado por 14 personas, todas ellas tituladas en la Academia Galega de Seguridade, que realizaban un promedio de un millar de actuaciones al año. "La mayor parte eran preventivas, pero gracias a nuestra intervención se evitaban situaciones más complicadas", explica Dorgambide.

"Creo que la alcaldesa está teniendo suerte porque, en este tiempo no han sucedido cosas graves, pero pueden ocurrir y en ese momento se darán cuenta de que somos un servicio necesario", argumenta Dorgambide.

Además de asignar al Servicio de Jardines a los operarios, la alcaldesa decidió descapitalizar el servicio, cuyo instrumental se encuentra abandonado en diferentes dependencias municipales.

"Nos sacaron todos los medios: un camión grúa que vino de Alemania, dos lanchas, un turismo. Otro coche que construimos con nuestras manos se está muriendo de risa en las instalaciones de A Lomba", recuerda el portavoz. "Nosotros estamos a las órdenes de la alcaldesa, pero si ella no quiere esa responsabilidad, que la delegue", dicen.