Aproximadamente un millar de escolares vilagarcianos matriculados en los colegios de A Lomba y Arealonga se quedan a partir de hoy sin clases de Educación Física. Sus cuatro profesores decidieron ayer no seguir impartiendo la asignatura dado el total deterioro del pabellón deportivo.

Inaugurado hace tan solo dos años, problemas estructurales provocan que cada vez que llueve, el agua se cuele en su interior. Pero es que además, las cerraduras de las puertas de acceso llevan rotas desde febrero lo que posibilita continuas incursiones en el interior del pabellón que desde entonces es objeto de reiterados actos vandálicos.

El último, ocurrido en la madrugada de ayer, fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los docentes que anunciaron a su alumnado que suspendían las clases indefinidamente hasta que el concello, encargado del mantenimiento de los centros escolares, repare los innumerables desperfectos: las grietas en las paredes provocan la inundación de las pistas, los intrusos impregnaron las puertas de pegamento, rompieron los cristales, por los que también entra agua, realizaron pintadas y destrozaron parte del equipamiento deportivo. Los daños más graves los sufrieron las canastas, a las que les reventaron los sacos de arena que les dan soporte pero también dañaron colchonetas y porterías.

En la mañana de ayer, los profesores de Educación Física se encontraron además con una desagradable sorpresa: Los responsables de la última visita nocturna defecaron en el interior de los neumáticos que los alumnos usan para hacer ejercicios gimnásticos. A eso se unen los restos de colillas y otro tipo de desperdicios que han provocado la indignación de los padres de alumnos. Denuncian que la dirección del centro comunicó en innumerables ocasiones a la concejalía de Educación, responsable del mantenimiento de las instalaciones, y a la delegación de la Xunta en Pontevedra las numerosas deficiencias de las instalaciones y la necesidad de arreglar las puertas sin que hasta el momento hayan dado respuesta alguna.Incluso denunciaron los daños a la Comisaría. Tienen claro que el fácil acceso al pabellón es la causa de todos los daños y por lo tanto, de la decisión del profesorado: "Imagínese lo que pasaría si dejan el pabellón de Fontecarmoa abierto y la gente puede entrar día y noche sin control. Lo destrozarían todo y aquí ocurre lo mismo. Llevamos meses denunciando que las puertas están rotas y que por ahí se puede colar cualquiera sin que el concello haga nada para solucionarlo. Lo fueron dejando y cada vez los daños son más graves", denuncian los padres. Ayer contactaron con el centro para saber cuándo se reanudarían las clases de Educación Física "y se nos dijo que ya habían comunicado la decisión de los profesores tanto a la Alcaldía como a la Delegación, a través de un fax urgente así que esperamos que de una vez por todas nos hagan caso, tras meses de dejadez y silencio".

El concello había alegado que ante la imposibilidad de arreglar las cerraduras iban a cambiar las puertas por otras nuevas pero éstas no llegaron.