Una actuación necesaria y de especial relevancia para acceder a los espacios naturales. Así, el grupo de DO presentará sendas mociones en los plenarios que celebrarán en enero de 2018, Concello y Diputación, y que consistirá en contar con un "acceso peatonal digno" al río Miño. "Un acceso que una ciudad milenaria bañada por un gran río español que la atraviesa, se merece", asegura su portavoz, Gonzalo Pérez Jácome.

La propuesta irá enfocada a que las administraciones nacionales, autonómicas y locales, "pongan los medios necesarios para proveer una infraestructura alternativa, al tramo rodado que es la carretera nacional N-120, concretamente el tramo que fluye por debajo de los puentes ourensanos, desde el viaducto al Puente Novísimo. Para Jácome, "esa barrera arquitectónica que supone la N-120 excluye a la ciudad de disponer de un fundido gradual ciudad-naturaleza", toda vez que "está cortada de forma abrupta por una carretera de gran circulación".

Esgrime que el 80% de la población vive en la margen izquierda, y lo que "debería ser un acceso idílico, se realiza ahora a través de pasos subterráneos que dan lugar a una subespecie de malecón fluvial cutre, de cemento y sin perspectiva". El coste de esa transformación "sería elevado por esa alternativa eficiente al tráfico rodado actual", y entiende que debe ser costeado por administraciones supramunicipales, "compensando así a Ourense de la discriminación histórica que llevamos décadas sufriendo". Ademas de recordar "las promesas de cinturones de circunvalación para Ourense, constantemente incumplidas por los gobiernos autonómicos y nacionales".