El fantasma del Área Metropolitana de Vigo recorre los salones de San Caetano, diputaciones y ayuntamientos, temerosos de perder poderío territorial. Ese duende de la nueva metrópoli viguesa parece haber salido de una leyenda griega, que causa pavor a muchos políticos afectados por el síndrome de Cronos: el temor a perder poderío o el miedo a ser destronado. Por eso los sabios de la antigüedad ya habían anunciado que el fantasma de los miedos en la cosa pública era síntoma del temor a perder posiciones, lo que provocaría inmovilismo político.

En torno al Área existen temores que sufren quienes mandan. Porque, si de verdad la meta del Área no es crear un contrapoder que sustituya a las obsoletas instituciones provinciales, no se entiende por qué la Xunta de Galicia no retira la piedra del recurso judicial que colocó en medio del camino metropolitano. Esa piedra en el camino afecta a muchos proyectos, como las ayudas y financiación comunitarias para infraestructuras viarias fundamentales a Vigo y en general al propio desarrollo metropolitano. Nada justifica seguir obstaculizando la relación entre los habitantes y la actividad productiva de la periferia metropolitana, excepto el intencionado retraso de su desarrollo, o bien que la temerosa autoridad se haya encerrado en los cotos del poder para asegurar la perpetuidad de mando que comentaban los sabios griegos.

El gran proyecto del Área Metropolitana de Vigo se entiende como un camino funcional que deberán recorrer corporaciones municipales, consorcios y colectivos. Ese camino metropolitano conduce a la meta de un gran proyecto de espacios polinucleares que servirán para crear un nuevo tipo de relación intermunicipal, integrados en una visión territorial global. El potencial de esta gran área viguesa incluso podría tener una dinámica espacial con futuras repercusiones metropolitanas transfronterizas.

El capital humano y el productivo son los mejores factores de convergencia para sentarse a dialogar, para ahuyentar los miedos del fantasma del Área. Hay que favorecer la comunicación entre toda malla municipal y el poder autonómico, e iniciar cuanto antes los encuentros interáreas para encauzar las ideas y proyectos del Área Metropolitana de Vigo, con soltura y libertad.

*Publicista