Alguien dijo con acierto que se trata de un objetivo imposible; no obstante, los esfuerzos científicos sobre predictibilidad justifican el que tengamos que seguir confiando en sus aciertos, si bien han venido fallando estrepitosamente, sin ir más lejos en nuestra última gran crisis, donde se acuñó a fuego el clásico "no lo vimos venir".
El Consejo General de Economistas ha publicado el documento titulado "Riesgos e Incertidumbres de futuro de la Economía Española", para hacernos ver que la bonanza actual de la economía española, no nos acomode y mantengamos la tensión competitiva esencial para que las tendencias mantengan orientación positiva.
Entre los riesgos que aprecian los economistas españoles están los problemas del entorno de carácter no económicas, como las tensiones políticas, la desorientación del proyecto europeo, las súbitas y muchas veces inexplicables, variaciones en el comportamiento de los mercados financieros, así como la descompensación del sistema innovador español y finalmente una problemática extraña centrada en diatribas territoriales impropias de estados modernos, como es el caso de Cataluña que recuerda estar en el medievo.
La coyuntura actual que habría que cuidar su preservación, está mostrando persistentemente crecimiento de la riqueza nacional, medida en términos de producto interior bruto que está conllevando un impacto positivo sobre el empleo, si bien todo esto, indica el informe citado que está sucediendo en un ambiente "volátil, incierto, complejo en su composición y ambiguo en sus posibles efectos", por tanto se concluye que la situación siendo de vientos favorables, no podemos tomarla como referencia de que esto seguirá siendo así y por tanto la teoría de los ciclos económicos estará muy presente para no engañarnos y habrá que seguir con austeridad en el gasto, limitación de endeudamientos, eficiencia, productividad y competitividad, como esenciales para fortalecer bases de crecimiento y alejar los puntos de inflexión que inevitablemente se tornarán a la baja.
Finalmente destacaría la advertencia de los "cisnes negros" que son riesgos actualmente no detectables e impredecibles que está provocando el entorno altamente cambiante sobre todo la gran velocidad adquirida por el cambio tecnológico y su impacto en la economía.
*Economista
