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La semana de A Ferrería

Los tunos cantan: Esta noche no alumbra...

El puente de A Barca lleva un año sin apenas luz por obra y gracia de unos incompetentes políticos que solo se acuerdan de los ciudadanos cuando llegan las campañas electorales.

Este histórico viaducto, orgullo de esta ciudad, parece abandonado, y a la falta de algunas planchas de uralita de la cubierta que volaron en enero del pasado año a causa de un temporal, se suma la falta de seguridad de los viandantes que de noche cruzan este oscuro puente camino de Poio o de Pontevedra.

Mientras ambos concellos culpan a la Xunta de no reponer el alumbrado público, la Administración autonómica esgrime que si bien ella tiene la titularidad de esta carretera, el mantenimiento del puente es competencia de los concellos. Y ante tamaña desidia ha pasado un año y los vecinos de uno y otro lugar llevan meses y meses cruzando el puente en plena oscuridad y con gran dosis de valentía, sin saber con lo que se van a encontrar en su camino. Por allí de noche, y recordemos que en invierno es noche antes de las ocho de la tarde, transitan mayores, mujeres y adolescentes, mientras nuestros políticos siguen tirándose los trastos por una docena de bombillas.

El alcalde de Poio, Luciano Sobral, ha optado el pasado jueves, tras la denuncia de este periódico, por sustituir las dichosas luminarias fundidas y dar luz en el tramo correspondiente a su municipio.

Por contra, el Concello capitalino y la propia Xunta mantienen un ridículo pulso con el consiguiente perjuicio para la población, pero que deja en muy mal lugar tanto al alcalde Miguel Lores como al vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, enzarzados en una estúpida lucha que no lleva a ninguna parte. Con esta actitud demuestran una gran insensatez y una falta de voluntad política de arreglar los problemas de los ciudadanos.

Se olvidan que la generosidad tiene premio en la vida y también en la política y en este caso, ninguno de los dos está a la altura. La terquedad es mala consejera. Quizá uno y otro llevan demasiados años en el poder y eso les nuble, o quizá estén ambos demasiados pendientes ya de las elecciones municipales y en querer desgastar a su rival.

En este teatro político del absurdo y ahora que llegan los carnavales, Lores y Rueda, harían un buen papel vestidos con el traje de tunos cantando, uno a cada lado del viaducto: " Esta noche no alumbra el puente de A Barca porque no tiene gas, porque no tiene gas..." .

Al menos, justificarían esta sinrazón .

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