Cuando en octubre de 2002 se constituye la Fundación Marco, en un contexto económico con una tasa de crecimiento en Galicia cercano al 4% no era un tema preocupante la financiación de la nueva entidad. El Ayuntamiento de Vigo, la Xunta de Galicia, Caixanova y la Diputación Provincial aportan por entonces unos fondos de 2,013 millones de euros, la mayor aportación por parte del Concello, con 900.000 euros, Caixanova 661.000, Xunta 301.966 y Diputación de Pontevedra 150.000. Diez años después, la caja y el organismo provincial se retiran definitivamente del patronato, mientras que el resto ha ido bajando sus aportaciones al mínimo. La "espantada" se hizo patente cuando la crisis económica mundial hizo su aparición en el ya lejano 2008. Hoy somos los Vigueses casi en exclusiva quienes mantenemos las puertas abiertas del Museo Marco.

Por lo citado, parece casi evidente que la cuestión económica es el factor determinante de la situación actual del Marco pero hay otros muchos elementos de gran calado que venimos soportando como una losa desde la misma génesis y que han determinado la situación actual del Marco. A grandes rasgos, los dolientes fundamentos pasan por, falta de planificación estratégica en el origen de la concepción, puesta en marcha de un "Museo de Arte Contemporánea" a toda costa, en contra de todo criterio racional, con el primordial y casi único objetivo de ser la "Cidade da Cultura" Olívica, emulando otros faraónicos continentes muy cercanos.

Los "males" del Marco surgen pues desde la propia concepción, defectos de forma que someramente expongo a modo de preguntas para que cada uno saque sus propias conclusiones: ¿Era necesario un museo de arte contemporáneo? ¿Se planteó qué tipo de museo era el más apropiado para Vigo? ¿Se diseñó alguna vez una misión y una identidad del museo? ¿Se hizo alguna planificación estratégica? ¿Se valoró el público objetivo de destino y la segmentación del entorno? ¿Se desarrollaron estrategias de generación de ingresos y atracción de recursos?....

Estas y otras muchas preguntas nunca fueron planteadas antes de poner en rodaje una institución tan importante y compleja como es un museo. Por ello desde la gestación del, mal llamado, museo Marco nunca se estableció seriamente su viabilidad, no se definió su misión diferencial motivadora, no se granjeó el apoyo de la comunidad y tampoco se generaron recursos para sostener el museo a largo plazo. Los derroteros elitistas y exclusivistas dieron como resultado respuestas parciales e incoherentes en lugar de planes oportunos y bien elaborados para la consecución de soluciones a largo plazo.

Hoy en Vigo tenemos que hacer un replanteamiento integral del "marco" expositivo en su totalidad. Desde una visión ciudadana debemos rediseñar una misión y una identidad coherentes en torno a nuestros recursos y potencialidades porque tenemos singularidad y carácter diferencial suficiente para crear un museo de "banda ancha" que estratégicamente oferte experiencias, ideas y satisfacciones que no pueden encontrarse en otros lugares.

La tarea no se plantea fácil y probablemente, si se iniciase la misión, surgirían voces conservadoras que mantendrían la visión del museo basado en los objetos y personas a preservar y conservar. Pero todos debemos ser conscientes que los derroteros actuales de la museística, apuestan más por museos basados en la comunidad, donde las experiencias se unen al deleite estético junto con el aprendizaje y la sociabilidad para poder aportar, además, deleite emocional.

Vigo, como ciudad más populosa y dinámica de Galicia se merece tener por fin una oferta expositiva acorde con sus recursos y potencialidades. Desde un planteamiento netamente social, sostengo que es el momento idóneo para replantearse integralmente el modelo expositivo e intentar invertir la dinámica de ciudad que cuenta con una elevada cantidad de museos, colecciones y centros expositivos pero que funcionan de modo ineficaz, que tienen escaso impacto público y que no existe coordinación entre ellos. Es el momento idóneo para implantar un modelo expositivo que sea asequible a todos, amplio en su alcance, variado en sus actividades y sostenible en el tiempo. Es la oportunidad histórica para determinar, de una vez por todas, las bases de un sistema museístico en Vigo de marcado carácter social que nos permita poder conmemorar nuestro pasado, participar en nuestro presente y saber identificar y apreciar la capacidad humana de transformación creativa que esta ciudad posee.

*Creador y educador artístico