Pocas horas después de conocerse el trágico suceso, el comité organizador celebró una reunión de urgencia bajo la presidencia del vizconde de Eza. Su primera decisión tomada con gran pesar fue la clausura anticipada del congreso en señal de duelo.
Ese acuerdo impidió el desarrollo de la última parte del programa establecido para los días siguientes, 6 y 7 de agosto, y conllevó la suspensión una conferencia del gran pensador José Ortega y Gasset en el Paraninfo de la Universidad de Santiago, que había despertado un enorme interés entre los participantes. Tampoco hubo acto de clausura, que estaba previsto en Vigo, con asistencia del presidente de la República, Niceto Alcala Zamora.
Al mismo tiempo, el comité responsable requirió la entrega de las comunicaciones pendientes, con el fin de incluirlas en las actas congresuales impresas. Por otra parte, se pospuso hasta mejor ocasión la elección del lugar de celebración de su siguiente edición.
Pontevedra vio frustrada así la visita anunciada de todos los participantes durante su última jornada. El Ayuntamiento había dispuesto un gran recibimiento y tenía organizada una comida campestre a orillas del Lérez. En caso de que el mal tiempo impidiera su celebración al aire libre, el almuerzo iba a trasladarse a los salones del Liceo Casino.
Instituciones, organismos y entidades se sumaron al luto general y suspendieron aquellos días todas sus actividades. Pontevedra en particular retrasó el inicio de las fiestas de la Peregrina desde el lunes 6 hasta el sábado 11 de agosto.
