Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

la mirada

¿El PSOE pierde?

| Primarias. Escisión, ruptura, cisma, abismo, fractura, naufragio, división, hundimiento, guerra fratricida, ... son vocablos que estos días aparecen intimamente ligados al PSOE y a las primarias, consulta a la que están llamados hoy casi 188.000 afiliados en España y 10.142 en Galicia. La consulta a la militancia se presenta como trascendental para el futuro del PSOE (Podemos intenta fagocitarlo) y del país (el PP gobierna en minoría). Gane quien gane, y se prevé que sea con una mayoría exigua, el resultado final puede ser que el PSOE pierda. La campaña electoral, y sobre todo el debate de los tres candidatos, dejó de manifiesto que Susana Díaz y Pedro Sánchez, los dos aspirantes con más posibilidades de tocar poder, no se soportan, no se aguantan, sus posturas son irreconciliables ( notables contra pegacarteles, populistas contra socialdemócratas de derechas, ...) , ... de ahí que haya cundido el pesimismo en las filas socialistas. Los afiliados decidirán hoy el nombre del nuevo secretario general, pero desde mañana la responsabilidad de encarrilar al PSOE es de los tres candidatos, incluido Patxi López. El ganador debe tender puentes y no intentar laminar al derrotado. Y los perdedores no pueden ejercer de oposición interna, y atrincherarse con su bolsa de votos a la espera de una nueva oportunidadad, o maniobrar para desgastar a la nueva dirección. La recogida de avales, con solo una diferencia de 6.000 apoyos a favor de Susana Díaz, permite aventurar una mayoría débil para la nueva dirección, que así puede ver limitada su capacidad de acción política. Desde mañana, la máxima preocupación de todos los dirigentes del PSOE debería ser ponerse a trabajar para perfilar un proyecto alternativo al PP que pueda convencer a los españoles y le haga ganar distancia con respecto a Podemos. Si unos y otros siguen gastando energías en batallas internas, y no en cerrar heridas y recomponer la unidad, se seguirán alejando de los electores. Y no pueden permitirse ese lujo. Desde las elecciones generales de 2008, el PSOE en España perdió 5,8 millones de votantes y en Galicia 402.000, más de la mitad de sus apoyos.

| Aniverario del 15-M. El pasado lunes se cumplían seis años del 15-M, cuando miles de españoles salieron a la calle a gritar: "No es una crisis, es una estafa", "Violencia es no llegar a fin de mes", "No somos mercancía a manos de políticos y banqueros". Las protestas en las plazas españolas y la multitudinaria acampada en la Puerta del Sol pilló desprevenidos a los políticos. El entonces ministro de Fomento y número dos del PSOE José Blanco, en un intento de saber de qué iban esos jóvenes que se habían apostado en la capital, y habían logrado ser secundados por padres y abuelos, buscó reunirse con Fabio Gándara, un joven gallego licenciado en Derecho y Ciencias Políticas que había creado el primer grupo de Facebook que coordinó los movimientos de los descontentos en España. El PSOE quería saber a qué se enfrentaba, hasta dónde estaban dispuestos a llegar los indignados, pero en el partido no supieron entender su frustración, su enfado y sus ansias de darle la vuelta al sistema. Y así por el camino, surgió Podemos, y el PSOE perdió el poder y casi 6 millones de votos. Seis años después, el sondeo del CIS apunta que la preocupación por la corrupción entre los españoles se ha disparado, sin embargo, están menos preocupados por la economía que antes. En 2011, el Gobierno de Zapatero sacaba mejor puntuación que la oposición del PSOE hoy. Ante la oportunidad de un PP en minoría y acosado por los escándalos de financiación irregular, ¿no deberían en el PSOE cerrar filas y suturar heridas para intentar volver a ser alternativa de Gobierno?

| Congreso del PSdeG. La decisión de la militancia socialista hoy marcará el futuro del PSdeG, que lleva 14 meses sin secretario general, tras la dimisión de José Ramón Gómez Besteiro por sus imputaciones judiciales. El PSOE gallego tiene pendiente la celebración de un congreso para elegir nuevo líder. Podría ser en octubre. El PSdeG lleva demasiado tiempo en interinidad, en stand by, sobre todo, porque este tiempo muerto no ha servido para que surja un nombre y un proyecto con posibilidades de concitar el apoyo de la mayoría. ¿Se convertirá el congreso gallego en la próxima batalla donde los partidarios de Susana Díaz y Pedro Sánchez, que aventajó a la primera por 1.300 avales en esta comunidad, quieran volver a medir sus fuerzas?

| Ecuador local. La legislatura municipal llega a su ecuador. El próximo miércoles se celebran dos años de la última elección de alcaldes en Galicia. En la noche del 24 de mayo de 2015, el presidente de la Xunta y líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, veía las orejas al lobo. Se le escapaban de las manos las alcaldías de Santiago, A Coruña y Ferrol, y las diputaciones de Pontevedra y A Coruña, y reconocía que la ciudadanía le "pedía más" y prometía cambiar "políticas, actitudes y personas". Reaccionó, con el objetivo de blindar la Xunta, y meses más tarde, lideraba una crisis de gobierno e impulsaba la renovación de tres de los cuatro presidentes provinciales del PPdeG, un proceso que culminaría con la marcha de Alfonso Rueda de la Secretaría General del PP gallego. La estrategia le dio resultado. Feijóo afronta un tercer mandato al frente de la Xunta con el respaldo de la mayoría de los electores. Sin embargo, el entonces líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, eludió la autocrítica. Restó importancia a que el PSOE pasase de ser la segunda fuerza a la tercera en A Coruña, Santiago, Ferrol y Ourense, y proclamaba: "Feijóo inicia un viaje sin retorno y Galicia un cambio de ciclo". Evidentemente erró. El presidente de la Xunta supo darle la vuelta a la tortilla y el billete de ida sin opción de regreso lo compró Besteiro. Hace dos años, reinaba la euforia en la izquierda rupturista. Xulio Ferreiro, que se convertiría en alcalde de A Coruña, sentenciaba: "Las ciudades rebeldes van a comenzar a cambiar el país", pero la revolución se quedó a medio camino. El asalto a la Xunta quedó en sorpassiño al PSdeG, de calado insuficiente para erosionar la mayoría absoluta del PPdeG y que a duras penas le ha servido para erigirse en líder de la oposición.

Dos años después, los socialistas no levantan cabeza y los alcaldes del cambio son conscientes de que el cambio va lento, pero que muy lento y con tropiezos. El próximo miércoles ninguna de las tres fuerzas tendrá mucho que celebrar. Con la vista puesta en la cita con las urnas prevista para 2019, el PPdeG parece que ha encarrilado el rumbo, pero todavía le faltan candidatos con los que los electores de las ciudades se identifiquen y así tener visos de recuperar A Coruña, Santiago y Ferrol, y con ella la Diputación. Los alcaldes de las Mareas tienen que ponerse las pilas para que su aventura no sea solo de cuatro años y el PSOE lo tiene todo por hacer.

Compartir el artículo

stats