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La mirada

Depende

Expectativas. "Que el blanco sea blanco/ Y que el negro sea negro/Que uno y uno sean dos / Porque exactos son los números /Depende/ ¿De qué depende?/ De según como se mire, todo depende". Una vieja canción, de 1998, de Jarabe de Palo, resume lo que muchas veces pasa en política. La derrota o el éxito de un partido es una cuestión de expectativas. Así sucedió que el pasado 25 de septiembre En Marea se convertía en la segunda fuerza con más votos en Galicia, pero como aspiraba a derrotar al PPdeG y distanciarse claramente del PSdeG, con el que empató en escaños (14), la nueva formación entró en crisis y el liderazgo de su cabeza de cartel, Luís Villares, está ahora en cuestión. Sin embargo, como los sondeos pronosticaban que el BNG podría quedarse sin grupo parlamentario y perder sus diputados por Lugo y Ourense, pero al final solo restó un acta, la formación frentista, con Ana Pontón al frente, vivió su derrota, como si hubiera iniciado la senda de la recuperación, cuando como mucho ha logrado contener la sangría. Mañana, se cumplen cinco años de la Asamblea, que certificó la fractura del Bloque. Era la número trece y supuso la salida del que había sido su mayor referente social, Xosé Manuel Beiras, y sus simpatizantes. La marcha de Beiras fue el germen de En Marea, quien entró a saco en el campo electoral del BNG y le hizo un ocho. Con su retirada, se inició un goteo de bajas, que diezmó las bases de la que había sido la casa común del nacionalismo gallego. Un dato ilustra la deserción: En la cita histórica que certificó la mayor crisis de la formación frentista en sus 35 años de historia 4.400 militantes votaron; sin embargo, en febrero del año pasado Ana Pontón era elegida la primera mujer portavoz nacional del BNG con una participación de 1.386 militantes, de los cuales el 85% apostaron por la joven dirigente. Acertaron con la elección de Pontón, de cuarenta años, y diputada desde hace 13 años. En las elecciones autonómicas de septiembre, despuntó como cabeza de cartel. Mostró aplomo, seguridad, confianza y experiencia al defender su proyecto para Galicia y encarnó con acierto el intento de renovación con que el BNG pretende reconciliarse con el electorado. Pero, ¿será suficiente para lanzar la recuperación de una fuerza, que en 1997 tenía 18 escaños y más de 395.000 votos, y ahora ha quedado reducida a 6 escaños y algo menos de 119.000 papeletas? La oposición en Galicia está fragmentada en tres siglas, y a la cuarta organización de O Hórreo hacerse un hueco le resulta difícil. Tras perder representación en el Congreso y desaparecer de Concellos como Vigo, el BNG parecía abocado a la marginalidad. La figura de Pontón y los errores de sus rivales (crisis de En Marea y PSdeG) le brindan una oportunidad, pero ¿puede renacer solo con un cambio de cara? En marzo, el Bloque celebrará la asamblea de la refundación, y lo hará tras atraer a su seno a Foga (Frente Obreira Galega), un pequeño colectivo ligado al metal de Vigo. Un alta que no compensa las muchas bajas sufridas. ¿Está el BNG, dispuesto a modernizar mensaje y estrategia? Depende.

Neutralidad. El 29 de abril del pasado año, la gestora del PSdeG convocaba para el 28 de mayo por sorpresa las primarias para elegir candidato a la Xunta. El proceso fue diseñado por la gestora y Ferraz, entonces en manos de Pedro Sánchez, para favorecer a una de las partes. No era casualidad que el mismo día que Pilar Cancela, al frente de la gestora, y José Ramón Gomez Besteiro, el dimitido secretario xeral, estaban cerrando el calendario de las primarias en Madrid, Xoaquín Fernández Leiceaga fuese recibido por Pedro Sánchez en su despacho. La gestora y Ferraz intentaron maniobrar con un plazo muy ajustado en la presentación de candidaturas para que el actual portavoz parlamentario no tuviese rivales, pero no lo lograron. José Luis Méndez Romeu fue sin éxito su contrincante. Nueve meses después, Pedro Sánchez acaba de anunciar que se presentará a las primarias para optar a recuperar el poder en el PSOE. ¿Cuál será el proceder de la gestora del PSdeG? ¿Observará la misma neutralidad de la que hizo gala en las primarias gallegas y posteriormente? ¿Puede seguir contando Pedro Sánchez con el respaldo de buena parte de los dirigentes de la gestora del PSdeG? En julio de 2014, la mayoría de los socialistas de Galicia apostaron por Sánchez en las primarias a la Secretaría General. ¿Volverá a ocurrir?

Oportunidad. Luís Villares aún tiene una oportunidad de ser el único referente de En Marea, y no sólo su portavoz parlamentario. La ocasión se la ofrecen curiosamente las dos listas con las que rivalizó en las primarias para elegir dirección. Villares apostó por una candidatura, que le vetó como portavoz orgánico y que además le dejaba sin voto en la Coordinadora, cuando había dos listas, las de la minoría, que le defendían como único líder. Las dos candidaturas se alzaron con el 40% de los votos, una fuerza que no se puede despreciar. Para conseguir su objetivo, Villares tendrá que jugar muy bien sus cartas, tras unos cuantos tropiezos. Convencer a los de su lista y que le vetaron de que reconsideren su postura, que fue la más votada, hacer concesiones a quienes le defendieron, pero con quienes no se alió inicialmente, y montar un relato para explicar a la opinión pública sus vaivenes, pues anunció que optaría a liderar En Marea, luego dio un paso atrás, al constatar el rechazo de la Marea Atlántica y otros socios, y ahora vuelve a intentarlo. La nueva dirección de En Marea se dio ayer tiempo para elegir a su núcleo duro y a sus máximos o máximo referente. Busca acercar posturas entre las tres listas que optaron a las primarias para tomar las riendas de una formación que echó a andar enVigo en julio del año pasado. Luís Villares ayer ganó tiempo, la incógnita es ¿ganará el envite?

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