Hace unos días nos enteramos de que las parroquias de Tomeza y Marcón, de Pontevedra, tienen nuevo párroco, precisamente Fernando Chacón, un cura de vocación tardía que vuelca su sacerdocio en los demás de forma ejemplar. Para Chacón, vecino de Marín, no es nada nueva esa entrega porque, mucho antes de su ordenación sacerdotal, se puso al lado de Sor Elvira Graso (q.e.d.) como presidente de la que fue Cáritas Parroquial, y con ella, llevó a cabo una ingente tarea de caridad, pero de caridad real, ayudando a pobres reconocidos y no reconocidos (que son los más difíciles de atender), y velando por numerosos inmigrantes que, con las manos y el alma vacíos, vieron en ellos la tabla de salvación tras el drama de la lejanía de los suyos y de su tierra natal en busca de una tierra de promisión que, al cabo les resulta un verdadero fiasco. Fernando Chacón, precisamente al tomar el rumbo del sacerdocio, tuvo que dejar la presidencia de Cáritas Parroquial de Marín, con las consecuencias que ello tuvo posteriormente, pero trasladó su labor caritativa y social a las parroquias a donde le destinaron por primera vez, que bien estarán lamentando ahora su nuevo traslado. Quienes conocemos a este "joven" sacerdote sabemos que Tomeza y Marcón han ganado un magnífico pastor, además pontevedrés de nacimiento, y al que deseamos todo el éxito que se merece en su cometido.
... y un "después"
