En los últimos días la Policía moañesa tuvo que atender un curioso caso en un supermercado de la villa. Recibieron una llamada desde el establecimiento para que acudieran a recoger un perro. La mascota se escapó de su casa, cruzó la carretera general y entró en el supermercado para, con toda la calma del mundo, ponerse a degustar los polvorones que se vendían en dicha superficie comercial. Ante los clientes y trabajadores, el perro decidió dar rienda suelta a su espíritu navideño y empezar por los dulces, que siempre atraen tanto a estos animales y que suelen tener vedados. Desde aquí proponemos que le reserven un sitio especial en los desfiles de los Reyes Magos de este año.