Me levanto preguntándome si la resaca, a él que lleva una vida sobria, le estará golpeando hoy por la mañana mientras escribo. Me lo pregunto porque ayer se celebró el 82 aniversario del día que iluminó el mundo: nació el abogado Javier Rodríguez.Bueno,quizás exagero pero es el modo en que él lo cuenta, con su habitual ironía. El caso es que para comunicar tan extraordinario evento su mujer Paula Táboas convocó en LaTa-Barra a todos sus amigos, los más abogados y jueces, más que nada para que pasasen con él a la Historia. Y fueron, y habrán bebido y a su edad, aunque hayan estado en muchas guerras, la resaca no perdona. ¡¡¡Felicidades, Javierchu!!!

Vaya tinglao el de Bao

Nace con la idea de convertirse en la marisquería de la ciudad, sustentada su carta con unas carnes a la brasa o a la plancha, unos pescados del día, unos arroces que quieren ser recordados... Estuve el otro día en el Tinglao de Bao, que suena a chino y está bien porque de origen chino es su dueño, Bao, pero español y vigués de sentimiento, un empresaro esculpido a sí mismo y con experiencia en la gestión de otros restaurantes y en la importación de productos desde el gigante asiático a ciudades españolas. Yo entré en el Tinglao con Encho García Senra y Natalia Rodríguez, pasé por su zona de chateo y Edith Pizorno me llevó hasta el interior, donde el vivero de mariscos, y noté de inmediato que combinaba elegancia y buena atención. ¿Cómo no con Faílde de metre? Hablé con Bao y lo dijo claro: su idea es dar calidad y servicio, con productos de primer nivel, y con carta por tanto variable según lo mejor que encuentren cada día en esa maravillosa lonja de Vigo. Yo aún no comí, pero tiene toda la pinta de ser verdad. Solo probé unos deliciosos camarones.

Y a comer a Santo Estevo

Unos han salido el viernes y otros ayer muy temprano pero de Vigo partió una Comisión de Loa y Alabanza a la Castaña con gente como Maribel e Nemésio Barxa; Araceli e José Mª Fonseca; Rocío e Juan Cendón; Isabel e Antonio Peteiro; Alvaro Pino e Indalecio Cuevas y esposas, Carlos Herrera, Paco Traspuesto, Jaime Barreras... Destino, el maravilloso y nunca bien ponderado monasterio/parador de Santo Estevo de Ribas de Sil. Son militantes de la Irmandade Galega dos Vinhos que allí celebran quizás la más importante asamblea báquico-culinaria del año con cata de vinos, nombramiento de cofrades, desfile irmandinho, aperitivo y comida con favas de Lourenzá guisadas con boletus y foucinho de porco, perdiz guisada con castañas y ñoquis, tarta castañera de postre y vinos da terra. Ahí, en el corazón de la Ribeira Sacra, tierra de cenobios, solar de druidas envuelto en rica naturaleza de agua, piedra y esplendorosa vegetación.