Magos, no magas
Las celebraciones navideñas están ya en las últimas. Solo queda, que aún es mucho, la ilusión de los niños y de los menos niños para la noche de pasado mañana en que la magia de los Reyes Magos estará presente un año más y ya veremos lo que pasa en los próximos por las modas que tienen los políticos de ahora de querer romper las tradiciones impunemente, como la alcaldesa de Madrid que quiere parir reinas magas para gloria propia; ¡un peine sin púas! deberían traerle los Reyes de verdad a esta señora. Los Reyes Magos son figuras imprescindibles, según la tradición cristiana y hasta menos cristiana y querer cambiar ese tipo de tradiciones aprovechando que se tiene poder es tener ganas de romper con lo que miles de familias viven con alegría e ilusión. En Marín habrá cabalgata, pero, como cada año, Sus Majestades se verán de nuevo movidos de un lado para otro durante el día en esa costumbre absurda de separar la magia nocturna de la "comedia" diurna, con visitas aquí y allá a casi nadie, que acaban cansando a los personajes a los que se les despega el bigote en los momentos más inoportunos a pleno día. Los Reyes son nocturnos y esas visitas podrían hacerlas sus pajes anunciando su llegada. Pero no será así un año más.
Peligro
