Al cargo de este complejo, se encuentra sor Isabel, que con un grupo de Hermanas hacen el milagro del día a día para que en esta inmensa y bellísima residencia de Ancianos San José no falte de nada y que haya siempre una sonrisa de agradecimiento al Todopoderoso por cada nuevo amanecer. Desde 1880 llevan en Ourense ofreciendo a los ancianos desamparados una cada vez mejor calidad de vida, con un trabajo y dedicación solo justificado por la entrega completa a su vocación. A mediados del siglo XX, el asilo contó con la ayuda de una aliada incansable, Raquel Santamaría que promovió multitud de iniciativas destinadas a recaudar fondos para mejorar las condiciones de vida de los ancianos, empujó el proyecto del nuevo edificio que hoy ocupan, organizó un equipo de voluntarios que ayudaban en algunas tareas a las monjas y creó la Asociación Amigos del Asilo, labor que continuó su nieto José Fernández Abellás. Sin embargo, la crisis económica y moral está relegado al anonimato a este colectivo, haciendo invisible a los ourensanos esta institución que debería ser orgullo y atención de todos. El asilo cuenta con habitaciones individuales, dobles, triples, de matrimonio con baño, terraza, televisión, calefacción, aire acondicionado, camas articuladas, teléfono, suelo antideslizante en los baños... Los usuarios pueden leer la prensa diaria y revistas, realizar excursiones, disfrutar de fiestas y música. Dispone de aparcamiento, ascensor, detector de incendios, detector de movimientos, hilo musical, megafonía, montacamillas, salidas de emergencia, tanatorio, teléfono público, vigilancia nocturna, atención religiosa, capilla, servicio de acompañamiento, servicio religioso, voluntariado, ATS/DUE, baño geriátrico, botiquín, enfermería, habitaciones para enfermos, oxígeno, sala de curas, biblioteca, cafetería, huerto, jardín, máquina de café, patio exterior, patio interior, sala de estar, sala de fumadores, sala de lectura, sala de televisión, sala de visitas, sala polivalente, salón de actos, terraza, arreglo de ropa, planchado de ropa, servicio de lavandería, transporte propio, asistencia geriátrica, consultorio médico, psiquiatría, servicio médico permanente, manicura, peluquería, podología, rehabilitación, baile, fisioterapia, masaje terapéutico, peluquería, servicio de transporte, terapia ocupacional y trabajador social.
A los residentes que no tienen pensión, no les piden ninguna cantidad de dinero por su estancia. Si tienen pensión, pero no llegan a los mínimos requeridos, solo abonan el 80% de la cuota. Hoy está ocupado por 220 ancianos comprendidos entre 60 y 100 años, unas 35 Hermanas y 55 trabajadores contratados, lo que convierten a este centro en una mediana empresa de 310 almas que necesitan ayuda, porque es donde tenemos a nuestros mayores que nos han dado todo lo que somos. Durante el año tienen un sinfín de actividades, con motivo de las celebraciones religiosas, como la festividad de su patrón San José, las Navidades, Semana Santa, el Corpus?, como las demás celebraciones festivas: carnavales, magosto, los mayos? En alguna de ellas, concretamente en la de los mayos, participan en el concurso, habiendo obtenido el primer premio el pasado año. Son de destacar las alfombras florales que realizan en la celebración del Corpus, las fiestas de carnavales...
La residencia está perfectamente organizada por módulos separados de hombres y mujeres, atendiendo al estado físico y psíquico del residente, clasificándolos según el estado cognitivo y capacidad de dependencia. Cada módulo está dirigido por una hermana que supervisa la calidad del servicio. Una de las labores más importantes que logran que no se desarrolle el deterioro cognitivo, es la terapia ocupacional, dirigida por Pilar Gómez y Ana Trigás, que con talleres de cocina, manualidades, tuna, coral, teatro y actividades lúdicas, como el bingo, juego de bolos o paseos cantando, hacen la delicia de los internos. Tiene un Belén permanente, por lo que se puede visitar durante todo el año. La figura más identificativa con la ciudad, es la fuente de las Burgas, realizada por sor Laurentina. Destaca el maravilloso espectáculo de luz, sonido, composiciones y escenas que ofrece.
El belén del asilo de Verín
Con la misma dedicación, vocación y entrega sor Sergia, 16 Hermanas y 38 empleados sacan adelante el Asilo de Ancianos de Verín, con 150 residentes. Su precariedad de medios, los escasos recursos de los que dispone, la falta ayudas y el desinterés general hacen que casi permanezca invisible para el público en general. Cierto es que cuenta con alguna ayuda de la comunidad de vecinos?, fruteros, electricidad Iglesias, Dasairas y un puñado de bienhechores dan lo que pueden y aún más para que el día a día sea más llevadero. De cualquier forma, el resultado es siempre el mismo: una atención de 5 estrellas, una limpieza y orden de calidad y sobre todo una entrega total de trabajo, amor y vocación que se trasmite en todo el recinto.
El bélen del Asilo de Santa María de Verín está abierto todo el año.De la misma forma que el de Ourense, es de una grandiosidad inimaginable e imposible de describir en unas simples líneas. A pesar de contar con una similitud en el formato, tiene sus particularidades y disposiciones en las composiciones distintas que lo hacen único e irrepetible.
En fin? todo un espectáculo de imagen, luz y sonido? Divino.
