Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El meollo

El fuero de Lores

El meollo de la cuestión está en saber qué es lo que pasó de verdad por la cabeza del alcalde Lores durante la madrugada electoral del 20-D y adivinar si en su fuero de conciencia, de adscripción interna que no medieval, empezó a barruntar un futuro personal lejos del Ayuntamiento de Pontevedra en el horizonte del año 2019 e incluso un poco antes también.

Los resultados de unas elecciones generales tienen muy poco o nada que ver con los resultados de unas elecciones municipales. Eso constituye una obviedad. Asimismo resulta otra evidencia que el BNG está pasando por el peor momento de su historia reciente y su futuro inmediato aparece rodeado en el horizonte político de una espesa niebla.

El crecimiento de Marea es directamente proporcional al descenso del BNG y desde que comenzó la nueva legislatura municipal ambos grupos políticos y sus respectivas cabezas visibles, el concejal Luís Rey y el alcalde Miguel F. Lores, se encuentran cada vez más alejados. O sea que sus caminos marchan por trazados claramente divergentes.

Uno y otro semejan una reacción en cadena bien reconocible, como cada vez que se producen las rupturas fraternales entre buenos correligionarios. Habitualmente terminan por convertirse en enemigos irreconciliables.

A esa situación apuntan el BNG y Marea en Pontevedra. Al menos por el momento. La posibilidad de un entendimiento, incluso sobre cualquier asunto de andar por casa, resulta hoy por hoy poco menos que una entelequia. Si Lores no está por la labor, mucho menos parece dispuesto Rey.

El 20-D puso de manifiesto que el apoyo personal de Lores a la candidatura electoral del BNG no sirvió de nada en absoluto. Su anhelo más preciado por convertirse en alcalde de Pontevedra con mayoría absoluta al frente de una candidatura de su partido acaba de ponerse sencillamente imposible.

A ver si después de pasadas las fiestas navideñas, el alcalde Lores regala a los pontevedreses algunos de sus pensamientos más personales sobre las desgracias electorales del BNG, que como avisa el sabio refranero popular, nunca vienen solas.

Compartir el artículo

stats