Un Área Metropolitana no es una asamblea de municipios que acuerdan simplemente intercomunicar el transporte público. Este "gato por liebre" sobre el que la Xunta de Galicia viene insistiendo, no es un proyecto metropolitano. Por eso los 14 concellos del entorno vigués deben tener claro que si lo que les anima a esa relación intermunicipal es solo el tema del transporte, para acercar a sus vecinos al hospital de Vigo, entonces podrían establecer un simple convenio de movilidad intermunicipal. Dentro del marco jurídico nacional hay mil maneras de empalmar estos cables vecinales de baja tensión o de listón bajito. Pero esto ya no es un Área Metropolitana y quizás sea esta la meta que pretenda la Xunta de Galicia.

Un proyecto de área metropolitana es otra cosa que tiene un listón muy alto. Es crear una administración pública plurimunicipal basada, fundamentalmente, en la programación del desarrollo económico, en la organización conjunta del territorio, vivienda, medio ambiente y -por supuesto- los pequeños y grandes problemas de movilidad para todos los medios de transporte, de esta gran conurbación urbana.

Los 14 concellos están ante la oportunidad histórica de plantearse funciones comunes a través del Área Metropolitana [AMV], cuyas sinergias les permitirán aparecer con un peso importante en el espacio atlántico y como una marca unida ante el mundo. El AMV es un gran buque que todavía hay que construir, conforme a una estrategia de fines socioeconómicos, de acuerdo con los planes que encajen en esta nueva marca internacional de carácter independiente. El AMV es una nave compleja que hay que llenar de vida y de servicios sectoriales para aprovechar todo el potencial de riqueza activa que puede producir este territorio de vanguardia. Este nivel de complejidad lo conoce la Xunta, por eso lo rebaja todo y lo mete dentro de un bus.

Para la Xunta de Galicia el tema metropolitano solo tiene la dimensión de un bus, y el transporte que les ha vendido a los municipios es un gallo sin plumas, que no merece tal denominación. Tras perder territorio en las últimas elecciones, al PP parece no interesarle la unión metropolitana y su actitud expresa una clara ausencia de voluntad con el Proyecto. Pero tampoco la nueva Deputación Provincial puede sustituir a una independiente AMV.

El Concello de Vigo todavía se mantiene en la trinchera del conflicto, pero en la trinchera no se puede vivir, sólo resistir. ¿Interesa seguir manteniendo el estéril fuego cruzado por más tiempo? La actitud de los 14 municipios no puede ser pasiva y la de la sociedad tampoco, mientras unos y otros tratan de resolver la gobernanza del Área a la medida de su propio chaleco. Hay que promover estudios intermunicipales para dar contenido al AMV y tomar nuevas posiciones cuanto antes para obligar a la Xunta a modificar esa Ley, y que esta asuma las responsabilidades que exige la dinámica metropolitana viguesa.

*Publicista