Un acto de fe fue el que hizo el alcalde, Jesús Vázquez, en relación a que llegue más dinero para el proyecto del Museo Arqueológico. Y sus llamadas con acuse de recibo, que no plegarias -que diría Jácome- tienen como destinatario el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Por lo de pronto sabe que "está en ello", y por lo que parece, es el único que puede meter en vereda al nuevo ministro de Cultura, pues el anterior se abonó a los 100.000 euros, aunque en los del presente mandato le sumó 50.000 euros más, y que no se invirtieron. Y así, la historia del museo lleva recorrido más de 13 años, con socialistas y populares -esa alternancia bipartidista en el poder estatal-, y languidece, ante desesperación de unos, y el conformismo de otros, en el sentido de que su cierre ya forma parte del panorama ourensano.

Pero en eso llegó Jesús Vázquez y alzó la voz y montó una coral reivindicativa a la que no se quiso sumar el barítono Jácome, un descreído de "instar, reclamar o exigir" por el conducto de moción: "una trapallada", que diría. Pero el alcalde siguió adelante y consiguió la firma de PSOE y OUC, ahora solo le queda la de Rajoy.