En el anterior artículo esbozamos algunas características económicas y sociológicas del fútbol alemán ("Alemania es especial en todo, incluido el fútbol" 1/02/2015) cuyos éxitos no se explican por la maximización de ingresos aunque esté muy presente el patrocinio y mecenazgo empresarial. En Inglaterra, el modelo económico aplicado al fútbol es diferente y parece confirmar el espíritu financiero y mercantil que se atribuye a sus élites económicas.

Diversos criterios

La Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS por sus siglas en inglés) elabora desde 1991 el escalafón de las mejores ligas. La IFFHS ha elegido por quinto año consecutivo a la Liga BBVA como el mejor campeonato del mundo. Sorprendentemente, la Serie A italiana ocupa la segunda plaza en la clasificación, superando a la Premier League (Inglaterra) tercera en el ranking. Los criterios de la IFFHS se basan en los resultados de los equipos de cada Liga en sus campeonatos nacionales (Liga y Copa) así como en las competiciones internacionales. Con otros criterios ese ranquin sería diferente

Durante la temporada 2013-14, la Premier League (PL) fue la competición de fútbol que generó mayores ingresos en todo el mundo. Asimismo, según el informe Deloitte Football Money League, entre los diez clubes que ingresaron más dinero en la temporada, cinco juegan en la PL (Manchester United; Manchester City; Chelsea; Arsenal; Liverpool). Patrocinios comerciales y deportivos aportaron cerca de la mitad de los ingresos totales de los clubes de la PL. Sin embargo, con la excepción del argentino Di Maria (Manchester United FC) la PL no cuenta con ningún jugador de los once que figuran en la selección ideal 2014 de la UEFA, elaborada por 8,2 millones de internautas.

Si en lugar de las ligas nacionales observamos las evaluaciones de sus selecciones u otros criterios aplicables a las mismas, la jerarquía en el escalafón es susceptible de modificarse nuevamente. Por ejemplo, Lloyd´s elaboró un ranking con el valor asegurable de las 32 selecciones clasificadas para Brasil. Las selecciones nacionales de Alemania y España fueron las de mayor valor. El valor asegurable de la selección de Alemania ascendía a 795,1 millones de euros. La selección española tenía un valor asegurable de 731,7 millones. El valor de la selección nacional inglesa, con los criterios de Lloyd´s, fue solamente el tercero (682 millones)

Malos comienzos

La característica fundamental de la Premier League es que se trata en realidad de una competición globalizada, seguida por todo el planeta, aunque se juegue en suelo inglés. Solo dos países no retrasmiten los partidos de la PL: Corea del Norte (porque no quiere Kim Jong-un) y Albania (porque no quieren los ingleses).

Quién lo hubiese dicho hace veinticinco años. Cuando la PL fue creada, en 1992, estaba todavía sonada por una serie de tragedias que habían afectado al fútbol inglés. En la del estadio de Valley Parade (Bradley, 11/05/1985) murieron 56 personas y 265 resultaron heridas debido al incendio en la tribuna principal, de madera, que databa de 1908. Pocos días después se produjo la tragedia de Heysel (Bruselas) -29 de mayo 1985- en la que murieron 39 personas a causa de una avalancha de aficionados en la final de la Copa de Europa (actualmente, Liga de campeones de la UEFA) entre el Liverpool y la Juventus de Turín. La investigación concluyó que los culpables de la tragedia fueron los hooligans británicos lo que se saldó con una prohibición a los clubes ingleses, dictada por la UEFA, de participar durante seis años en competiciones europeas. Cuatro años más tarde se produjo la tragedia del estadio de Hillsborough (Sheffield, 15/04/1989) en el que fallecieron 96 personas aplastadas contra las vallas a causa de otra avalancha al parecer fortuita. El suceso tuvo lugar durante el partido de fútbol entre el Liverpool y el Nottingham Forest. Las 96 personas fallecidas eran aficionadas del Liverpool.

Pese a que los hechos de Hillsborough no habían sido provocados por actos violentos de hooligans, fueron decisivos para que el gobierno de Margaret Thatcher sacara la Football Spectators Act y el Taylor Report, a fin de erradicar el hooliganismo y mejorar la seguridad en los estadios.

Cash-machine

Bien distinto es el espectáculo que ofrece hoy día la Premier League, presente en las pantallas de televisión y smartphones del mundo entero. En la temporada 2013-2014 la PL superó por primera vez la cifra simbólica de 4.000 millones de euros de ingresos, delante incluso de la NBA. El escalafón por ingresos de las diez primeras ligas mundiales es el siguiente: 1 NFL (fútbol-rugby acorazado norteamericano, a no confundir con nuestro fútbol que allí llaman soccer): 8,2 (miles de millones euros); 2 MLB (baseball EE.UU): 7,8; 3 Premier League: 4,1; 4 NBA (baloncesto EE.UU): 3,6; 5 NHL (hockey EE.UU): 3,3; 6 Bundesliga: 2,1; 7 Liga BBVA: 1,9; 8 Serie A Italia: 1,7; 9 Ligue 1 Francia: 1,3; 10 Campeonato brasileiro: 0,85 (miles de millones de euros) Es decir, en cuanto a ingresos, la PL pesa más que la Bundesliga y la Liga BBVA reunidas.

Los ingresos de la PL corresponden a un resultado notable en el contexto internacional pero en el ámbito económico europeo es impresionante. Curiosamente, los equipos de la Premier League no muestran en los campeonatos europeos aquel dominio aplastante que tuvieron en las temporadas 2006-07 ó 2008-09 y sin embargo la dimensión comercial no se resiente. Todo lo contrario. El fútbol inglés abre sin desmayo nuevos mercados y en los que ya estaba presente resultan más rentables que nunca.

Aunque el fútbol constituye la base de su actividad, la PL es una empresa -como las grandes competiciones norteamericanas- antes que una competición deportiva. Bien se dieron cuenta los inversores norteamericanos que comprendieron la especificidad inglesa en el panorama del fútbol europeo haciéndose con los mandos del Arsenal, Aston Villa, Manchester United, Liverpool y Sunderland. Todos los inversores introdujeron en el futbol inglés criterios de gestión propios a EE.UU y todos encaran la Premier League con ánimo estrictamente empresarial -el caso de Abramovich, en el Chelsea, es diferente pues practica el mecenazgo por prurito de prestigio social- aprovechando oportunidades que ninguna otra liga del Continente puede ofrecerles. Todos los inversores, salvo uno, tienen experiencia en la gestión de franquicias deportivas norteamericanas. Se trata, no obstante, de gestiones bien distintas. En EE.UU hay, en media, un trabajador por cada veinte espectadores en el estadio; en Europa, uno por cada doscientos. En la NBA la valoración de una franquicia es aproximadamente 4 veces los ingresos, descontando gastos de gestión del organismo central, y en la Premier League el coeficiente multiplicador es 5,5 (6 en el Real Madrid) Y sin embargo, a primera vista, las inversiones parecen más arriesgadas en la PL que en las ligas profesionales norteamericanas. En EE.UU no existe el concepto de promoción-relegación (subida-descenso) que impera en las competiciones europeas.

Los equipos en los que han invertido los empresarios norteamericanos en la PL son marcas más que clubes. Si el Real Madrid y el Barcelona son los clubes más seguidos en Twitter, Arsenal se encarama a la tercera posición al haber pasado la barra de los cinco millones de seguidores en Navidades. Lo que el Real Madrid, el Barcelona o el Bayern han hecho a título individual -y que el PSG, la Juventus o la Roma están a punto de hacer- el futbol inglés de la PL lo ha sublimado dándole una dimensión colectiva. De ahí el poderío financiero de la Premier League que acaba de vender en subasta, por 6.926 millones de euros (5.193 millones de libras) los derechos de retrasmisión para tres temporadas a partir de 2016-17. En la anterior subasta, Sky TV y BT Sport habían pagado 3.000 millones de libras.

La PL ingresará 2.310 millones de euros cada temporada, el triple de lo que ingresa la Liga española (o la francesa) y más del doble percibido por la Serie A italiana. La Bundesliga es la que menos ingresa por derechos de retrasmisión entre las grandes ligas europeas. La cifra marca un record absoluto e inesperado que obligó a Sky TV Sport (controlada por Rupert Murdoch) a pagar el 83% más que en la subasta precedente. Sky se asegura (por casi 1.900 millones de euros temporada) la retrasmisión de 126 partidos en directo, los domingos, el máximo permitido. BT Sport (canal televisivo de British Telecom) se adjudicó la retrasmisión de 42 partidos (430 millones de euros temporada) en peores horarios, el sábado, de forma que no perjudiquen a la asistencia a los encuentros de segunda división.

Cada equipo de la PL recibirá a partir de 2016 un total fijo de 130 millones de euros por temporada. Según el método de reparto inglés, el último equipo clasificado al final de temporada recibirá 136 millones de euros y el campeón no menos de 210 millones (50% por resultados deportivos, 25% por palmarés histórico, 25 % por criterios sociales) En España, la pasada temporada los cuatro últimos clasificados no alcanzaron ni 20 millones por equipo. El último equipo de la PL recibirá más de tres veces lo que reciba el campeón de la Bundesliga.

Uno de los mercados substanciales de la PL -especialmente para las giras de verano- está en Asia, EE.UU, Oriente Medio, donde el label PL llena los estadios y seduce a los anunciantes. En Asia la PL tiene su propio torneo Premier League Asia Trophy, organizado fuera de temporada cada dos años desde 2003. Los derechos de televisión de la PL en Asia aumentaron el 78% entre 2010 y 2013. En EE. UU, el 200%.

*Juan José R. Calaza es economista y matemático mientras que Guillermo de la Dehesa es economista del Estado y presidente del CEPR (Londres)