De joven, como la mayoría, nunca me interesé por el futuro de la ciudad. Eso eran cosas para los políticos y personas mayores.

Recuerdo la ciudad de Vilagarcía de Arousa como la que conocí a principios de los años 60. Yo no estoy en esta ciudad mucho tiempo, pero cuando llego tengo el sentimiento de que esta ciudad no es como las otras por la falta de un casco antiguo, aquel que vi y sentí hace más de 50 años. ¿O veo solamente lo que quiero ver? Hace muchos años vi una ciudad de verdad, con un patrimonio arquitectónico muy interesante. Con la fusión de Carril y Vilaxoán, la ciudad crecía poco a poco pero con personalidad y se ganó a pulso el título de "La capital de Arousa".

Hoy aquella ciudad ha desaparecido y su espíritu se fue. Los edificios de la época que la pudieran diferenciar fueron destruidos, no por las bombas de una guerra, pero sí por nuestros gobernantes, para dar paso a caricaturas o colmenas en vertical y sacar más rendimiento al suelo. Nuestros políticos estaban más interesados en las piedras y ladrillos nuevos que en el futuro de su ciudad y que no vieran ni valorasen la riqueza arquitectónica; los dejaba indiferentes. En este municipio se recicla todo y este es el motivo de que los gobiernos fuesen muy duraderos. Aquí las cabezas viejas políticas no se tiran, se reciclan. Cada cuatro años se limpian para sacarle brillo y se exponen otra vez en el escaparate, de esta forma seguían manejando la ciudad a su antojo.

Hace varios años, unos vecinos crearon una asociación denominada Patrimonio Vilagarcía para proteger lo poco de valor que aún queda en el municipio, pero lo más curioso es que su asociación fue vista por los ojos de los políticos como una amenaza o enemigo y, para colmo, algunas de sus ideas fueron utilizadas como propaganda electoral (recordemos los bancos de azulejos).

La ciudad es de todos y los vecinos son los que pueden aportar las mejores ideas para hacerla más interesante y humana. Al final guardamos en nuestra cabeza las ciudades como las hemos conocido. Y puede ser que no hayan existido, pues se dice que el pasado nunca fue mejor que el hoy.