Lo que faltaba, fratres: que por si no bastase con la cantidad de patadas en el culo que el Pepé ha propinado a los suyos -o sea, las clases medias en xeral- ahora se anuncia otra donde más les duele: en las Cámaras de Comercio. Porque la nueva Ley que ultiman en Moncloa deja abierta la puerta a la desaparición de unas entidades a las que la banda de estribor debe muchos favores y todavía más votos. De ahí que en el sector se haya tocado general y ordenado a la hueste que se ajuste el correaje. Ojito.

El motivo es el ahorro, ofcourse. Con la excusa de ordenar mejor el tenderete comercial, evitar duplicidades y recortar gastos en ayudas ytalytal, los asesores del ministro, que presumen -encima- de ser apolíticos, recomiendan una reforma en el sector parecida a la que en su día se hizo en el rural liquidando las Cámaras agrarias. El método será diferente, pero el resultado final, aunque a plazo más largo, será muy semejante. Y eso es lo que cabrea mucho en el seno del Pepé. ¿Eh..?

En Galicia ya se enviaron mensajes urgentes a la corte de Santiago avisando de que si se desmonta la estructura vigente podría ocurrir lo mismo que en su momento pasó con el mundo rural: que los sindicatos ocuparon el hueco y don Manuel -Fraga- perdió la mayoría absoluta y dio paso a la entente de Emilio y Quin. Cierto que el buen rollo duró poco, pero fue más por lo mal que lo hizo el rojerío que por cualquier otro motivo. Y ahora, avisan, tiene la lección aprendida. Uyuyuy.

Total, que los estrategas de la banda de babor, algunos de ellos -reciclados- con amplia experiencia en plataformas se han puesto manos a la obra no tanto en las ciudades como en las villas en las que ahora mismo hay Cámaras que, con los proyectos monclovitas, podrían desaparecer. Y, según supo avecilla, hasta ahora están teniendo cierto éxito agitando las aguas a base de informar lo que les conviene. Y en el Pepé, mientras, los boineros veteranos se desesperan al ver que los urbanitas dan ya por perdidas las próximas elecciones. ¿Capisci...?