Dice avecilla que deberías prestar más atención a lo que de verdad pasa en Ourense, fratres. Y que no son solo los efectos directos y colaterales que causa el alto grado de ferocidad con que se libra allí la guerra civil soeciata, sino los de desgaste que provoca el pulso -menos ruidoso pero igual de tenso- que mantienen la gente del Bloque y la de Anova para hacerse con el control de la provincia antes y de cara a los futuros pactos políticos y electorales. Que están en el horno pero crudos. Todavía...

(Ya, ya, el pájaro sabe que el asunto se está llevando a nivel gallego, aunque, según la antigua doctrina beirista, luego los acuerdos se harán sitio a sitio en un esquema global. Pero aun así Ourense es una provincia especial para los nacionalistas galaicos por motivos históricos, culturales e incluso económicos. Y, además, conviene recordar que allí está -aunque algo alicaída- su corte, Allariz, de la que antiguas profecías indican que saldrá el Ave Fénix. Y no es por señalar. ¿Eh...?)

Retomando lo de la carnicería soeciata, sabed que en algunos círculos de la izquierda pija herculina estiman como un "error" la crítica del candidato lugués, Besteiro, al modo de hacer oposición en el Grupo Parlamentario. Y no porque no la compartan, que eso es un clamor, sino porque están convencidos del todo de con ella al que queman, más que a Pachi, es a Abeldos. Y no hace ninguna falta: a poco que se le mire, ya parece un bonzo al que le falló el extintor. Uyuyuy.

Claro que, hablando de desdichas, pocas hay parecidas a las que padecen los restos de lo que en día fue pujante, y en cierto modo audaz, maquis antibaltariano. Que llegó a tener cierta influencia en Madrid e incluso potenciales aliados en Pontevedra, hasta que RafaEle se dio cuenta de que eso de criticar al poder puede crear escuela. El caso es que ahora mismo, y según le cuentan a Anacleto, de los antiguos resistentes apenas quedan ya los recuerdos. El resto están enchufados o próximos a jubilarse. ¿Capisci...?