Jo, fratres, cómo está el patio. Miréis a donde miréis, sólo aparecen líos, aunque es verdad que algunos todavía no están en la superficie. Reciente aún lo que os contó Anacleto sobre la que se está formando en el subsuelo administrativo -sobre todo si se confirma eso de que la Xunta le va a meter un bocado también a la extra de verano- llegan datos sobre agitación en el mundo jurídico. Y no sólo con los abogados de oficio, un conflicto del que el Pepé no va a poder culpar al Pesoe, como es habitual. Uyuyuy.

(Hablando de culpas. Lo que queda del mundo financiero gallego, que no es mucho, está estupefacto tras oír que en Silleda, el sábado, se imputó a los soeciatas por lo de las preferentes. Y esta vez, con un morro cósmico: no se citó el pacto de Zetapé y Rajuá, que puso patas arriba el sector bancario y creó, de facto, todo lo demás. ¡Ah! Y, encima, escaqueando lo que pasó aquí acerca del control de las cajas en los últimos veinte años, de los que el PP gobernó casi diecisiete. Uyuyuy.)

Volviendo a lo de los líos, el agente secreto relata que detectó tensión en el área de los tribunales. Hay, ahí, quienes gustan poco de la actitud estelar de un sector de la fiscalía, y en el judicial tampoco se eluden críticas -aunque discretas, eso sí- hacia alguno de sus miembros. Añade que no son reproches hacia su actuación profesional, sino por el afán personal a salir en los media. O sea, algo parecido -pero a escala- a lo que en estos días pasa en Madrid entre magistrados. ¿Eh?

¡Ah! Avecilla, que ha seguido de cerca el proceso de beatificación de RafaEl -en el Deza, claro-, aporta varios datos sobre los que promete volver con más tiempo. Uno) la sorpresa porque se hable de renovación en el PPPo, dado que mandan los mismos y sólo hubo cambios en los que cargan con el santo en la procesión; dos) la extrañeza por el -aparente- entusiasmo de la ministra Ana en la Feria; tres) el asombro por el retorno de Quicón -senador Quiconius- al comité de costaleros y, cuatro) el avance de Los Miserables: ahora le tocó caer a Corina. ¿Capisci?