Los que entienden de estas cosas, dicen que el peligro del descrédito de los políticos y, sobre todo, de los partidos tradicionales, es que aparezca un salvapatrias con gracieta y populismo y nos acabe metiendo en un lío. Que se lo digan a los alemanes con Hitler... Lo único que tienen de bueno muchos de estos iluminados es su capacidad para sorprendernos y, en muchos casos, para provocarnos la carcajada con sus ocurrencias lo que, en estos tiempos grises, no es poco.

Uno de los personajes más estrambóticos de los que pululan por el mundo de la política, es el líder del partido Liberal Democrático de Rusia, Vladimir Zhirinovsky, quien, desde su aparición en el panorama público, nos ha regalado afirmaciones y propuestas cada vez más estrafalarias. En los años que lleva dando la brasa, ha propuesto recuperar Alaska por la fuerza, invadir Irán, potenciar comisarías del KGB en cada poblado ruso y reunificar la Unión Soviética entre otras lindezas que dan pánico si no fuera porque, al tiempo, se lanza con sugerencias dignas del club de la comedia, como la de construir grandes ventiladores con los que expulsar los desechos nucleares de Rusia hacia Alemania o la de "dar un hombre a cada mujer".

Su última ocurrencia es de nota. Dice Vladimir que los rusos viven diez años menos que el resto de europeos porque comen y fuman demasiado. Hasta ahí, normal, si no fuera porque, junto a estos dos factores, achaca la baja esperanza de vida de sus compatriotas a un exceso de sexo, por lo que pretende implantar una cartilla de racionamiento sexual con cupones que limiten el folleteo fuera del matrimonio.

Lo siento pero, aunque lo he intentado, no sé cómo pretende aplicar estas limitaciones el líder político, aunque dada su imaginación, seguro que, si algún día gobierna, se le ocurrirá algo. Que este señor lidere la tercera fuerza más votada en su país me resulta una incógnita, pero, viendo lo que pasa elección tras elección en Italia, no parece un fenómeno tan extraño.

En España, y tras la muerte de Jesús Gil, en paz descanse, y la leche de Mario Conde en las elecciones, no se vislumbra de momento ningún ser extraño en lontananza que tenga visos de prosperar. No, no... Lo de Toni Cantó negando los datos de violencia de género, no cuenta, que el exactor se ha disculpado... Aunque eso, unido a lo que dijo hace unas semanas de que los animales no tenían derechos, evidencia que el chico apunta maneras. Más vale que lo aten corto porque yo, con todos los respetos, y visto lo que hay por el mundo, cada día me fío menos de nuestro raciocinio a la hora de depositar el voto en la urna.