A ver, fratres. Dice Anacleto que, en la búsqueda de salidas para el sector naval –en lo que es preciso andar con cuidado, porque la UE sanciona las ayudas oficiales y oficiosas– hay gente en Galicia dispuesta a proponer que se renuncie a inversiones tan enormes como teóricas en otros campos para emplear el dinero en necesidades urgentes. Y, sobre todo, huir de fantasías que, al final, se pagan. Uyuyuy.

En esa línea, y según el pájaro, se está articulando un grupo que desarrollará ideas e iniciativas, por ahora en el plano teórico, desde la experiencia empresarial y en algún caso política, al objeto de colaborar con los poderes públicos en la búsqueda de salidas. No se trata de algo partidario –ni nuevo: de eso ya hubo, aunque con resultados muy dispares– pero que sí podría ser muy útil. Ojito.

Lo que sí está confirmado que empieza a moverse –y quizá esta vez se vaya en serio, con ganas de llegar hasta el final sin echarse atrás a la primera dificultad, como ya hicieron algunos– es una tentativa para renovar estructuras, desde las patronales hasta las comerciales, sobre todo en el sur. Por lo que, según asegura avecilla, se ella fuera ustedes no le quitaría ojo a la pantalla. ¿Capisci?

(El pájaro oyó que, por el momento, no se trataría de ofensivas personales ni de intentos de forzar relevos en algunas cúpulas, sino de crear estructuras de apoyo desde las que, cuando llegue la hora, intentarlo. Y es que la punhetera crisis no solo se ha llevado por delante muchas economías domésticas y de las pymes, sino la confianza que había en algunos cargos directivos gremiales. Y más claro, el agua. ¿No?)