Mereció más premio Calmear Rasoeiro, tras una segunda parte en que reaccionó desde una defensa espartana para morir en la orilla, condicionado por tres tres decisiones arbitrales muy controvertidas en los últimos minutos, y que cayeron todas del lado teucrista.

Erró en el primer tiempo el Rasu que, tras un buen arranque entró en el ritmo trepidante del rival con una defensa adelantada que ahogaba las líneas de pase, recuperando balones que resolvían al contragolpe o con ataques rápidos propiciando un parcial de 0-9. A los grovenses sólo les quedaba entregarse a la defensa aplicándose al límite en el 5-1 para frenar la avalancha. Y lo así lo interpretaron en los últimos minutos para llevar el partido a un 14-18 al descanso, que abría opciones para la remontada.

Pero no pintaba halagüeño el arranque de la segunda parte, Fue a partir del 38 que la defensa del Rasoeiro empezó a encontrar ese punto numantino en cada acción, que llevaba al límite, abocando al Teucro a anotar sólo de penalti. Lo hizo hasta en cuatro ocasiones consecutivas, pero el quinto lo detuvo Adrián. En medio, el Rasu encomendara su ataque a la heroica, asumiendo Omar y Garrido la resolución en cada acción, recortando para colocarse a tres (24-27)

El momento anímico contagió a un pabellón que empujó para ponerse a uno y dos goles a partir del 50. El Rasu desperdició primero un balón para el empate, que Omar enmendó para subir las tablas en el 57 (30-30). A partir de ahí, la polémica. Primero, un contragolpe franco en solitario, en que anotaba Sergio para ponerse uno arriba, pero uno de los colegiados sorprendió anulándolo al entender que había pisado línea de seis metros.

Aún así dispuso del Rasu de un segundo balón para cobrar renta, pero esta vez Pepe marró desde el extremo en el 58 y, cuando sacaba el Noya de puerta, la mesa paró el juego para comunicar a los árbitros la irregularidad del cambio que realizaba el Teucro. Los colegiados decretaron entonces la exclusión de Sánchez, concediendo la posesión de balón al Rasu, dejando al Teucro en inferioridad. Sin embargo, las protestas teucristas hicieron que los árbitros, tras conversar largo con la mesa, cambiaran la decisión para otorgar posesión a los pontevedreses. Mientras las protestas crecían, los árbitros sancionaron al técnico grovense, primero con dos minutos, con lo que perdía un hombre de cancha, y al poco, cuando ya se reiniciara el juego y sin medir el facto emocional, lo descalificaron por volverse desde el banco y demandar apoyo de la grada, lo que le costaba quedarse con un segundo hombre menos.

El duelo quedaba amputado, con cinco de campo por el Teucro contra cuatro del Rasoeiro. Alberto anotó el gol 31 para los pontevedreses, a falta de tan sólo 13 segundos, pero una acción vertiginosa del Rasu le servía un balón a Sergio en el extremo que resolvía con una vaselina que se iba fuera sobre la bocina, frutando el empate.

Quito Parada lamentaba la actuación arbitral: "lo del contragolpe de Sergio, que las imágenes demuestran muy claro que no pisó, fue un error de apreciación, pero la decisión de dar esa posesión final al Teucro era un error de interpretación del reglamento que es muy claro en esa acción porque el balón estaba en juego y la exclusión supone balón para el rival".