La UE lanzó ayer una abierta invitación a Reino Unido para que dé marcha atrás y renuncie a consumar el "Brexit". La invitación se produce cuando las negociaciones para el abandono británico se encuentran en el tiempo muerto entre la primera fase, ya consumada, y la segunda, en la que se abordará la relación bilateral futura. Respecto a esta, que no comenzará hasta marzo, la prensa británica filtró ayer una nueva condición que Bruselas pretende imponer a Londres. Se trata de que durante el periodo de transición de 21 meses posterior a marzo de 2019 -fecha tope para iniciar la salida-, el Gobierno británico mantenga la libre circulación de personas y, posiblemente, aunque esto no ha sido plenamente confirmado, de bienes y servicios.

La invitación a no dejar las filas comunitarias fue lanzada ayer por dos de los tres máximos responsables de las instituciones europeas durante un debate en la Eurocámara: el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

"Nosotros, en el continente, no hemos cambiado de parecer. Nuestros corazones siguen abiertos para vosotros (los británicos)", defendió el polaco Tusk en el debate sobre el Consejo Europeo que en diciembre dio por buena la primera fase negociadora y aprobó que las conversaciones pasen a la segunda fase.

Para apoyar su mensaje a Reino Unido, el presidente del Consejo recordó una frase del negociador del Gobierno británico para el "Brexit", David Davis, quien dijo en una ocasión: "Si una democracia no puede cambiar de opinión, deja de ser una democracia".

Tusk añadió que si el Gobierno de Theresa May se mantiene en su decisión de dejar la UE, el "Brexit" será "una realidad, con todas sus consecuencias negativas, en marzo del próximo año".

En su intervención, el luxemburgués Juncker se alineó con la oferta de Tusk al reiterar que las "puertas (de la UE) siguen abiertas" y al confiar en que el mensaje "se escuche claramente en Londres". La doble invitación llega cuando en Reino Unido crecen las voces favorables a la celebración de un segundo referéndum sobre la salida de la UE.

En cualquier caso, Tusk ha pedido al Gobierno británico que, si mantiene su intención de salirse de la UE, ofrezca una "mayor claridad" sobre su visión de lo que debe ser el marco futuro de las negociaciones.

En respuesta a las invitaciones comunitarias, el portavoz de la primera ministra británica, Theresa May, aseguró a Bruselas que Reino Unido no tiene intención de dar marcha atrás: "Creo que hemos sido del todo claros: los británicos votaron por dejar la UE y eso es lo que haremos", dijo.