Al menos 26 personas murieron ayer -entre ellas un niño de 2 años y una adolescente de 14- y otras veinte resultaron heridas durante un tiroteo en una iglesia de Texas (EE UU), protagonizado por Kevin Alley, un hombre blanco de 26 años, que murió abatido, según informaron autoridades locales.

El incidente ocurrió en una iglesia baptista en Sutherland Springs, una pequeña localidad de apenas 500 habitantes a 45 kilómetros al sureste de San Antonio, en donde las autoridades desplegaron un fuerte dispositivo policial, que incluye la presencia de agentes del FBI. Se investigan aún todas las hipótesis.

El comisionado del condado Wilson Albert Gamez indicó a la cadena de TV MSNBC que la cifra de muertos ascendía a 27 personas y que había al menos 24 heridos.

La Policía local informó por su parte de que el autor de los disparos pereció, según el canal local KSAT12 que no precisó las causas de ese fallecimiento si bien luego se supo que fue abatido.

Por su parte, un policía indicó a Fox News que ya no hay una "amenaza activa" en el templo, que a la hora del suceso se celebraba una misa.

Un testigo dijo a KSAT12 que sobre las 11.30 hora local (17.30 GMT) un hombre armado ingresó a la iglesia y abrió fuego contra los que se hallaban en el templo.

Otro testigo, un cajero en una gasolinera cercana al templo baptista, señaló a la cadena CNN que escuchó unos 20 disparos "en rápida sucesión mientras se realizaba un servicio religioso".

Poco después, el gobernador de Texas, Greg Abbott, escribió un mensaje en su cuenta de Twitter condenando el ataque.

"Nuestras plegarias están con todos los que fueron perjudicados por este acto malvado. Nuestro agradecimiento a las autoridades por su respuesta", manifestó el gobernador.

El brutal tiroteo sucede justo en ausencia del país del presidente de EE UU, Donald Trump, que acaba de iniciar el viaje más largo en lo que va de mandato, en este caso por Asia. Trump, desde Japón, aseguró ayer que sigue desde allí la situación en Sutherland Springs, lugar de la masacre en la iglesia baptista.

"Que Dios esté con el pueblo de Sutherland Springs, Texas. El FBI y las agencias de la ley (seguridad) están sobre el terreno. Estoy siguiendo la situación desde Japón", escribe Trump en su cuenta oficial de la red social Twitter desde Tokio.

Esta nueva masacre ocurre apenas un mes después del peor ataque con un arma en la historia de Estados Unidos, en Nevada, que registró la muerte de 60 personas y más de 500 heridos. Este incidente sucedió durante un concierto de música country, cuando un hombre blanco de 64 años de edad disparó a ráfagas contra miles de asistentes en una céntrica explanada de Las Vegas.