Un decreto publicado en el Boletín Oficial francés obligará, a partir de hoy, a que toda persona que compre en Francia materiales con los que se puedan fabricar explosivos sea identificada con el objetivo reforzar la seguridad y la lucha contra el terrorismo en el país.

Con esta medida, el Ejecutivo francés pretende evitar, entre otros, la fabricación de triperóxido de triacetona (TATP), el explosivo usado por el grupo terrorista Estado Islámico conocido como "la madre de Satán", cuya fabricación se realiza con elementos relativamente accesibles al público.

El decreto establece que el registro de compras de los precursores de explosivos, que se pedirá a los comerciantes, debe especificar el nombre, apellido, lugar y fecha de nacimiento y dirección del comprador, así como su documento de identidad, una descripción precisa de la sustancia o de la mezcla y su concentración y cantidad, el uso previsto para esa compra, la fecha y el lugar de la transacción y también el modo de pago.

En caso de no atenerse a la normativa, los vendedores pueden ser multados con una sanción de hasta 1.500 euros. Los datos recopilados, por su parte, estarán en manos de la policía o de la gendarmería francesa, y no podrán ser conservados más allá de cinco años a partir de la fecha de su registro.