El Senado de EE UU rechazó ayer con el voto crucial de tres republicanos una propuesta de ley para derogar parcialmente el "Obamacare", la reforma de salud puesta en marcha durante la administración Obama. Era casi la última oportunidad del presidente Trump de materializar la que fuera una de sus principales banderas electorales.

El rechazo por 51 votos, frente a 49 a favor, de la llamada "ley flaca", que planteaba un desmantelamiento parcial del "Obamacare", es un duro golpe para Trump. Plantea además muchas dudas sobre la posibilidad de que los republicanos sean capaces de aprobar, en algún momento, una nueva ley de salud en el Congreso, pese a tener mayoría en ambas cámaras.

El senador John McCain, con un diagnóstico reciente de cáncer cerebral, dio la sorpresa al unirse a otras dos senadoras republicanas, Susan Collins y Lisa Murkowski, y a todos los demócratas para tumbar la propuesta.

El senador por Arizona y excandidato a la Presidencia regresó a Washington tras una operación para votar a favor de abrir en el Senado el debate sobre el "Obamacare" y urgió, en un discurso muy aplaudido, a recuperar el espíritu bipartidista en temas de interés nacional. McCain explicó ayer en un comunicado que había votado en contra porque la enmienda "no ofrecía ningún reemplazo para reformar el sistema de salud".

El líder de la minoría demócrata en el Senado de EE UU, Chuck Schumer, invitó ayer a los republicanos a negociar una mejora de la actual ley sanitaria.

El fracaso de una de las propuestas más señeras de Trump coincide con un episodio que delata las guerras internas desatadas en el entorno del presidente. Cuando apenas lleva una semana en el cargo, Anthony Scaramucci, el nuevo director de comunicación de la Casa Blanca, amenaza con despedir a todos aquellos que filtren información a la prensa. Scaramucci declaró la guerra al jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, de quien afirma que es un "puto paranoico esquizofrénico". Poco después de que la revista "Politico" publicara una serie de datos financieros de Scaramucci que pueden obtenerse por canales oficiales y públicos, el nuevo director de comunicaciones de la Casa Blanca acusó a Priebus de filtrarlos. Priebus ocupa el cargo más alto en la Casa Blanca fuera del gabinete y en cualquier otra administración sería su jefe. El nombramiento de Scaramucci, un financiero de Wall Street con un carácter arrollador y carismático pero sin experiencia en estrategias de comunicación, ya provocó la dimisión del portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, un protegido de Priebus, con quien trabajó en el Comité Nacional Republicano.