El presidente polaco, Andrzej Duda, dio ayer marcha atrás y anunció que no ratificará el polémico proyecto de ley sobre el nombramiento de los jueces del Tribunal Supremo impulsado por el Gobierno, después de que miles de polacos salieran a las calles en los últimos días para protestar contra una reforma que pone en peligro la separación de poderes.

"Esta ley no fortalece el sentido de justicia en la sociedad polaca", concedió Duda, quien tampoco ratificará el proyecto de ley que otorga al Parlamento el poder de nombrar a la mayoría de los miembros del órgano de gobierno de los jueces, algo que provocó protestas y fuertes críticas desde la UE tras ser aprobado por el Parlamento polaco.

La Comisión Europea (CE), que había amenazado a Polonia con aplicar el artículo 7 de los tratados europeos y dejar a Varsovia sin voto en el Consejo Europeo, no se pronunció sobre el veto del presidente Duda. Es más, confirmó que sigue evaluando la situación en el país. De cambiar de opinión, no lo hará antes de mañana, cuando había anunciado que decidirá si abre a Polonia un procedimiento de infracción.

"Todos los acontecimientos que se están produciendo y todas las evoluciones serán globalmente abordadas por el Colegio (de comisarios) este miércoles", dijo el portavoz jefe de la CE, Margaritis Schinas.

La decisión del presidente polaco, vinculado al partido gobernante Ley y Justicia y hasta ahora condescendiente con todas las normas promovidas por el Ejecutivo ultraconservador, sorprendió dentro y fuera del país, puesto que todo hacía prever que aceptaría ratificar las leyes.

Sin embargo, el veto del presidente no afectará a la tercera ley del paquete de reforma judicial impulsado por el Gobierno, la que modifica el funcionamiento del poder judicial y permite al Ejecutivo nombrar a los magistrados de los tribunales regionales y de apelación.

No obstante, los partidos de la oposición celebraron este veto por parte del presidente del país. La fuerza de centro-derecha y principal opositora, Plataforma Ciudadana, recibió con satisfacción el anuncio, aunque lo calificó de "insuficiente".

También el Defensor del Pueblo, Adam Bodnar, agradeció a Duda una decisión que calificó de "prudente y de acuerdo a la Constitución polaca" y se mostró confiado en que sirviera para articular un diálogo entre el Gobierno y la oposición.

Por otra parte, el presidente del Senado de Polonia, Stanislaw Karczewski, del partido gobernante, afirmó sentirse "decepcionado" por la decisión del jefe del Estado y lamentó que la ley no hubiera sido aceptada, ya que en su opinión iba a hacer "mucho bien" al sistema judicial polaco.

Tras la decisión del jefe del Estado, los dos proyectos deberán regresar a tramitación parlamentaria para su modificación con las recomendaciones que plantee Andrzej Duda.