El presidente de EE UU, Donald Trump, dio el pasado martes un espectacular golpe a la investigación de la llamada "conexión rusa", al destituir sin previo aviso al director del FBI, James Comey. Por "conexión rusa" se conocen los supuestos contactos entre el equipo de Trump y el Kremlin durante la campaña de las elecciones presidenciales del pasado noviembre.

Trump justificó el cese de Comey asegurando que "no estaba haciendo un buen trabajo", pero se negó a explicar si tiene que ver con la investigación rusa. Comey estaba indagando también en el escándalo de los correos electrónicos inseguros de Hillary Clinton en su época al frente del departamento de Estado.

Curiosamente, la destitución llegó horas antes de que Trump recibiera en la Casa Blanca al ministro de Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, visita que se mantuvo en secreto hasta ayer de madrugada y que es el contacto de más nivel con Moscú desde la toma de posesión del magnate. El Kremlin confió en que no afecte a las relaciones bilaterales.

Comey había solicitado días atrás un notable aumento de los fondos para investigar la "conexión rusa", según divulgaron varios medios estadounidenses horas después de su laminación. No obstante, el departamento de Justicia desmintió este aspecto.

La destitución de Comey desató una tormenta política en Washington, ya que fue acogida con durísimas críticas tanto por la prensa como por los legisladores demócratas, que pidieron el nombramiento de un fiscal independiente para que continúe la investigación. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, alertó contra ese tipo de nombramiento, asegurando que podría interferir en la investigación en curso. En respuesta, la Casa Blanca alentó anoche al FBI a no desmayar en sus pesquisas.

El apartamiento fulminante de Cormey ha sido considerado en Washington como un acto extremo, ya que, aunque entra en las prerrogativas de Trump, rompe una norma no escrita de no interferir en investigaciones sobre la Casa Blanca. Sólo Nixon la rompió cuando destituyó al fiscal especial que indagaba el Watergate.