Las capitales europeas vuelven a estar de nuevo en alerta, como ya ocurriera en la Navidad de 2015. A la conmoción por lo sucedido en Berlín siguió la adopción de medidas para prevenir nuevos ataques. "La seguridad en los mercados de Navidad será reforzada inmediatamente", anunció el ministro de Interior de Francia, Bruno Le Roux, en un comunicado. "Todas las medidas de seguridad se mantendrán al máximo nivel", añade.

La canciller Merkel recibió anoche las condolencias y la solidaridad de sus homólogos europeos. "Esta tragedia abate a toda Europa", manifestó el presidente francés François Hollande. El ministro de Interior, Bruno Le Roux, ordenó reforzar "inmediatamente" la seguridad en todos los mercados navideños del país y "todas las medidas de seguridad se mantendrán al máximo nivel".

En la misma línea, el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ofreció a Merkel, ayudar "en todo lo que sea posible" tras constatar que "Berlín está de luto".

"Ahora más que nunca Europa debe permanecer unida para evitar nuevos ataques contra nuestra sociedad", urgió el ministro de Interior de Austria, Wolfgang Sobotka. El Gobierno de Barack Obama también condenó el "ataque terrorista".