La resaca del "Brexit" sigue en el Reino Unido un día antes de que Theresa May asuma la jefatura del Gobierno. El Parlamento británico admitió ayer una petición popular que busca la repetición del referéndum del pasado 23 de junio con otras bases legales. En la solicitud, para la que se comenzaron a recoger apoyos el 25 de mayo y que cosechó más de 4 millones de firmas -según la BBC, solo 22 antes de conocerse el resultado de la consulta-, se aduce que una votación de estas características exige mayor respaldo que la mayoría simple. Los peticionarios desean, así, que se exija al menos el 60% de los votos y una participación mínima del 75%. Sugieren que en el caso de que no se alcancen estas cifras, se repita la consulta.

Así las cosas, la comisión de peticiones decidió programar un debate para el próximo 5 de septiembre debido al "gran número de firmantes" que merecen que la petición sea abordada por los diputados. Sin embargo, ello no significa que la Cámara abra la puerta de par en par a la celebración de un segundo referéndum ni que se pueda ya reformar la ley que habilitó el del 23 de junio. Como mucho, señala el Parlamento, se concluirá el debate con una decisión del Gobierno sobre la necesidad de redactar una nueva ley si se convocara otra consulta sobre el "Brexit".

Entre tanto, la ejecutiva del Partido Laborista decidió ayer que su líder, Jeremy Corbyn, tiene derecho automático a presentarse a las primarias, forzadas por la decisión de Angela Eagle de disputarle el liderazgo. Tras analizar los estatutos, los dirigentes laboristas decidieron por votación secreta que Corbyn puede optar a renovar su mandato sin necesidad de reunir el apoyo de al menos 51 diputados. Algo que sí se requiere a sus rivales, en este caso, Angela Eagle.

El lunes por la noche, el mismo día en que Eagle forzó la celebración de las primarias, su oficina fue atacada. Corbyn llamó a la calma: "Es muy preocupante que Eagle haya sido víctima de amenazas".