Llegó el día. Los 46,5 millones de británicos inscritos para votar en el referéndum sobre la permanencia, o salida, del Reino Unido en la UE podrán hacerlo desde las 7 de la mañana de hoy hasta las 10 de la noche (una hora más en España). Lo harán en un clima de alta polarización marcado por unas encuestas en márgenes de empate técnico y con presiones llegadas de toda Europa, y hasta de fuera del continente, para que no se inclinen por abandonar la UE. No se esperan resultados hasta avanzada la próxima madrugada.

Las dos últimas encuestas conocidas ayer auguraron una ligera ventaja de los partidarios de la salida ("Brexit"). Estos se impondrían por 45%-44% a los defensores de seguir en la Unión, según un sondeo de Opinium basado en 3.011 entrevistas, y por 43%-41%, según otro de TNS cuya muestra era de 2.320 personas. El agregador del "Financial Times", que incluía estos dos sondeos, arrojaba un 44%-43% a favor de la salida.

Apuestas fiables

Sin embargo, el que para muchos es el indicador más fiable, las casas de apuestas, seguía defendiendo que los británicos no dejarán la UE. Una de las principales ("Betfair") daba un 76% de opciones a la permanencia, cuando el lunes sólo le otorgaba el 72% y la semana pasado subió del 60% al 66%. En consonancia, las apuesta por la salida se cotizaban a 4,10 libras por libra apostada y las de la permanencia a sólo 1,30. Los expertos recuerdan que las casas de apuestas fueron las únicas que adivinaron el fracaso de los independentistas en el referéndum escocés de septiembre de 2014.

Sobre este fondo predictivo, los defensores de los dos bandos lanzaron ayer sus últimos mensajes, teñidos de acusaciones y amenazas, con la esperanza de llevar a su molino el agua de los indecisos. La conveniencia económica de continuar y el carácter irreversible del "Brexit" volvieron a ser los argumentos de los defensores de la permanencia, mientras que los partidarios del divorcio hicieron hincapié en la recuperación de la plena soberanía y del control de fronteras.

Unos y otros son conscientes de que, ante el estrecho resultado que se espera, la participación será clave. Los defensores de la permanencia saben que buena parte de sus esperanzas reposan en que quienes no suelen interesarse por las elecciones europeas, pero sí por las generales, acudan a las urnas. La mayoría absoluta del conservador Cameron en las legislativas de mayo de 2015 contrasta a sus ojos con el primer puesto logrado un año antes por los eurófobos del UKIP en los comicios al Parlamento Europeo.

Oleada de presiones

El resultado del referéndum de hoy no solo tendrá implicaciones en la relación del Reino Unido con la UE. Una derrota de la permanencia -la opción que defienden el primer ministro Cameron y la oposición laborista- desencadenará una oleada de presiones para que dimita el líder conservador, que tiene en contra a una parte de su partido y de su Gobierno, y puede incluso desembocar en elecciones anticipadas. Además, en Escocia, los independentistas, partidarios de seguir en la UE, buscarán un segundo referéndum para la secesión.