La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) renunció ayer a los fondos que aportan la UE y sus países miembros a la organización en protesta por la "dañina política migratoria" comunitaria. Los fondos de la UE representan una parte menor de la financiación de MSF, que desarrolla sus proyectos con las aportaciones, sobre todo, de sus colaboradores.

La organización recuerda que "miles de personas vulnerables han sido abandonadas a su suerte sin importar el coste humano", tras la entrada en vigor hace tres meses del acuerdo con Turquía para impedir la llegada de más inmigrantes.

Entre esos afectados, señala MSF, hay más de 8.000 personas, entre ellas cientos de menores no acompañados, "atrapadas en las islas griegas, donde han estado viviendo en condiciones extremas,".

Entre tanto, nueve refugiados sirios que se encontraban en la isla griega de Lesbos llegaron por iniciativa del Papa a Roma, que ya había acogido a otros 12 en abril.