Ahora, maniobras militares. La escalada diaria de la tensión en Venezuela llegó el sábado a un punto en que a Nicolás Maduro no le quedó otra que amenazar con el Ejército. Según él, para hacer frente a un supuesto golpe de Estado e, incluso, una intervención de "ejércitos extranjeros".

Más probable parece, sin embargo, que Maduro haya ordenado ejercicios militares el próximo fin de semana porque la presión de los opositores, que dominan el Parlamento, no cede y la congelación de los trámites para convocar el referéndum revocatorio detonó esta semana dos sonadas manifestaciones.

Cada una de ellas fue contestada por el chavismo con concentraciones en apoyo a Maduro pero, no satisfecho con ese respaldo, ni tampoco con el estado de excepción y emergencia que declaró el viernes, el mandatario recurrió ayer a la amenaza del generalato.

Las maniobras que comenzarán el próximo sábado serán para "prepararse para defender las tierras, para defender a nuestros hijos, nuestro derecho a la paz", dijo Maduro a los miles de simpatizantes que le escuchaban tras marchar por el centro de Caracas en apoyo a su Gobierno.

Con estos ejercicios militares, agregó, los venezolanos dirán "al imperialismo, a la derecha internacional, y a Álvaro Uribe: 'Aquí está el pueblo, con su instrumento de labranza en una mano y en la otra con un fusil, con un misil, con un lanza misil, con un tanque para defender esta tierra sagrada". Maduro acusa al expresidente colombiano de haber defendido la intervención de Venezuela con tropas "extranjeras" en una supuesta reunión celebrada en Washington.

Estado de excepción

En cuanto al estado de excepción que declaró el viernes y su alcance, el presidente venezolano no ha sido hasta ahora muy locuaz, pero la oposición teme que la suspensión de derechos que acarree sea la coartada que Maduro busca para cortar de raíz las movilizaciones para exigir el revocatorio.

El excandidato presidencial Henrique Capriles advirtió el sábado que el país es "una bomba" que puede explotar en cualquier momento si el chavismo impide que el referéndum para desaolar a Maduro del palacio de Miraflores pueda celebrarse este año.

"Nosotros le decimos con toda la responsabilidad al Gobierno, si ustedes trancan (obstruyen) la vía democrática, nosotros no sabemos lo qué pueda pasar en este país", advirtió Capriles.

Apoyo a Rousseff

Pero la suerte del revocatorio parece echada. El vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, aseguró ayer que el referéndum no se celebrará por errores en la tramitación. "Ellos saben que aquí no va a haber referendo, están convencidos, están haciendo pantalla (aparentando), primero porque lo hicieron tarde, segundo lo hicieron mal y tercero cometieron fraude", dijo Istúriz en una manifestación en apoyo a la destituida presidenta de Brasil Dilma Rousseff.