El presidente de Rusia, Vladimir Putin, extendió las sanciones económicas impuestas a Turquía a empresas controladas por ciudadanos turcos independientemente de su localización, informó ayer el Kremlin. La disposición modifica un decreto del pasado 28 de noviembre, por el que la medida solo afectaba a las empresas sometidas a la jurisdicción de Turquía.

El nuevo decreto hace la misma precisión para los contratos con empresas controladas por turcos, que también deben ser autorizados por el Gabinete de Ministros. Las sanciones contra Turquía fueron adoptadas en represalia por el derribo de un Su-24 en la frontera turco-siria por aviones turcos, ataque que el Kremlin calificó de "golpe a traición" y "reto sin precedentes".